MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los adolescentes que superan un cáncer tienen mayor riesgo de muerte prematura en comparación con la población general, según ha concluido un estudio publicado por la revista científica 'The Lancet' con motivo del Día Internacional del Cáncer Infantil, que se ha celebrado este sábado 15 de febrero.
En este trabajo, los investigadores examinaron los datos del Estudio de Supervivencia del Cáncer Infantil, que ha estado siguiendo los resultados de salud de más de 24.000 personas a las que se les diagnosticó entre 1970 y 1999 en Estados Unidos y que sobrevivieron durante cinco o más años después del diagnóstico.
El equipo se centró en los participantes del estudio que tenían entre 15 y 21 años de edad en el momento de su diagnóstico inicial de cáncer (5.804 personas). Para la comparación, el equipo seleccionó aleatoriamente una cohorte de supervivientes de cáncer infantil diagnosticados con los mismos cánceres antes de los 15 años de edad de la base de datos más amplia del estudio (5.804 personas). También se reclutó un tercer grupo de hermanos de edades similares para la comparación (5.059).
Los investigadores rastrearon los índices y las causas de muerte de cada grupo. También examinaron los registros médicos para detectar la aparición de cáncer, problemas de salud graves asociados con el corazón, los pulmones y el sistema musculoesquelético, así como afecciones metabólicas y neurológicas. Todas ellas son consecuencias comunes de los tratamientos del cáncer como la radioterapia y la quimioterapia.
Basándose en su análisis, los autores estiman que la probabilidad de que un joven adulto superviviente de cáncer desarrolle una afección grave de salud a los 45 años es del 39 por ciento, en comparación con el 12 por ciento de los hermanos de la misma edad. Los riesgos para las personas diagnosticadas en la adolescencia fueron menores que los de los supervivientes de cáncer infantil diagnosticados antes de los 15 años, en los que la probabilidad de desarrollar una afección grave a los 45 años era del 56 por ciento.
El riesgo de mortalidad por cualquier causa entre los supervivientes adultos jóvenes era casi seis veces mayor de lo que se esperaría en personas de la misma edad y sexo en la población general. La tasa de mortalidad estandarizada para los supervivientes de cáncer infantil fue igualmente elevada en la población general.
Los supervivientes adolescentes y adultos jóvenes tuvieron 1,6 veces más probabilidades de morir por recidiva o progresión de su cáncer primario en comparación con los supervivientes niños. Las diferencias en los resultados de salud entre los supervivientes niños y los adultos jóvenes fueron más notables veinte años después del diagnóstico. Los investigadores apunta que esto subraya la importancia de los exámenes de salud a largo plazo para ambos grupos.
"Aunque estudios anteriores han examinado los resultados a largo plazo para las personas que sobreviven cinco años o más después del diagnóstico de cáncer en la infancia o la edad adulta, nuestro estudio es el primero que investiga específicamente las consecuencias para la salud de las personas diagnosticadas en la adolescencia y la edad adulta joven. Estos supervivientes tienen el potencial de vivir una vida larga y saludable, pero siguen corriendo el riesgo de sufrir problemas de salud como consecuencia de sus anteriores tratamientos contra el cáncer", concluye la líder del trabajo, Eugene Suh, del Resultados de la Loyola University Chicago Health Sciences Campus (Estados Unidos).