MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La actividad física es clave para la rehabilitación de las enfermedades reumáticas, según la Sociedad Española de Reumatología (SER), que recomienda un tipo de ejercicio que satisfaga y que se adapte a la situación personal de cada uno.
Asimismo, recomienda que, en el caso de realizar ejercicios específicos para la espalda o cuello, se deben hacer de forma gradual y, si se puede, al principio con supervisión. Los ejercicios no deberían producir dolor si están bien hechos. "Si esto ocurriera, y no se tiene seguridad de estar haciéndolos bien, deben reducirse a la mitad o incluso dejar de hacerlos", explican.
Con la mirada en la prevención recuerdan que es importante aprender a coger peso de forma adecuada, caminar y sentarse correctamente ya que ayudan a evitar el dolor de espalda y cervical. Sobre todo, mantener una musculatura fuerte en la espalda es el mejor consejo para conseguir que, si llega, el dolor pase rápido.
Por otra parte, "las labores domésticas pueden ser una de las causas del dolor lumbar", explica el doctor Jesús Tornero, portavoz de la SER. Por eso, recomienda arrodillarse o, al menos, doblar las rodillas para ajustar la ropa de cama, subirse a una altura para limpiar los objetos que estén por encima del hombro, repartir la carga entre ambos brazos tras volver de la compra y descansar una pierna en una pequeña tarima al planchar.
Los dolores lumbares (16,3%) y cervicales (14,2%) son las patologías que más se diagnostican en España en mayores de 16 años, únicamente por detrás de la hipertensión arterial, que encabeza este ranking, según los resultados de la última Encuesta Europea de Salud en España, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) con datos de 2009.
Desde la SER recuerda que de no tratar esta dolencia a tiempo o de la forma correcta, este dolor puntual puede llegar a cronificarse. "La lumbalgia aguda dura menos de 6 semanas, mientras que se habla de lumbalgia crónica cuando el dolor permanece más de este periodo", señala Tornero.
Las personas que hayan sufrido algún tipo de dolor lumbar mejoran haciendo reposo durante tres días; pasado este tiempo es conveniente comenzar a realizar una actividad física suave y progresiva. En estas fases se debe aplicar calor local varias veces al día, masajear la zona posterior si se notan contracturas de los músculos y tomar analgésicos simples como paracetamol, metamizol o antiinflamatorios no esteroideos (AINE), añade el experto.