MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -
Chema González de Echávarri, neurólogo responsable de la Unidad de Demencias del Hospital Joan XXIII de Tarragona y neurólogo de la Fundación Pasqual Maragall, ha apuntado que realizar actividad física, seguir una buena alimentación o tener actividad social son claves para prevenir la enfermedad de Alzheimer.
Así lo ha resaltado durante la sesión 'Cuando te cuidas, el Alzheimer da un paso atrás', que ha organizado la Fundación Pasqual Maragall en el CaixaForum Sevilla con más de 250 asistentes para hablar sobre cómo los hábitos de vida saludables pueden prevenir el Alzheimer.
"El Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores de riesgo no modificables, como puede ser el envejecimiento, y de factores modificables que tienen un gran peso sobre el desarrollo de los síntomas. Gracias a la investigación, sabemos que estos factores están relacionados con la salud cardiovascular y el estilo de vida, es decir, lo que es bueno para el corazón, es bueno para el cerebro. Si llevamos una vida sedentaria o inactiva con hábitos poco saludables, corremos un mayor riesgo de desarrollar enfermedades, lo que tiene efectos secundarios en nuestra salud cerebral", ha señalado.
Por este motivo, el experto ha querido hacer hincapié en la importancia de los hábitos saludables para prevenir la enfermedad. Así, ha recordado que es clave seguir una dieta mediterránea evitando los ultraprocesados, grasas saturadas, carnes rojas y embutidos; además de integrar ejercicio físico de forma habitual en la rutina, importante también para una buena salud mental.
González de Echávarri también ha puesto de manifiesto que hay que evitar el aislamiento social, ya que las relaciones sociales son "excelentes" para mantener activas las conexiones neuronales y que es importante plantear pequeños retos a la mente como participar en talleres, cursos, leer o sencillamente resolver crucigramas, para mantener activo el cerebro en el día a día.
LA FAMILIA, CUIDADOR PRINCIPAL EN LA MAYORÍA DE LOS CASOS
En la charla también se ha hablado del efecto que tiene el Alzheimer sobre la familia de la persona afectada, que en la mayoría de los casos suele adoptar el rol de cuidador principal, asumiendo la atención directa de la persona con Alzheimer.
"Cuanto mayor es el avance de la enfermedad y de los síntomas, mayor es la dependencia de la persona sobre la persona cuidadora. Una responsabilidad que en 8 de cada 10 casos suele recaer en la familia", ha comentado el experto.
Además, ha destacado la implicación que los familiares cuidadores suelen dedicar la persona afectada "siendo unas 70 horas de cuidado a la semana, asumidas por la familia en un 80 por ciento de los casos".
"Teniendo en cuenta que la enfermedad suele durar entre 7 y 15 años, estos datos ponen en manifiesto la huella que el Alzheimer deja en los integrantes de la familia y el entorno de la persona afectada", ha asegurado González de Echávarri.
OPTIMISMO RESPECTO AL FUTURO DEL ALZHEIMER
El neurólogo también ha profundizado en los últimos avances de investigación en diagnóstico y tratamiento, donde ha destacado que estamos ante un cambio de paradigma: "La irrupción de nuevas formas de detección y la aparición de los primeros tratamientos que podrían ralentizar el avance de la enfermedad, llaman al optimismo de los expertos entorno al abordaje de la enfermedad en el futuro".
Actualmente se estima que el Alzheimer y las enfermedades neurodegenerativas afectan a 900.000 personas, cifra que se traduce en una de cada diez de más de 65 años y un tercio de las de más de 85. Estas patologías son una de las causas principales de mortalidad, discapacidad y dependencia.
Si no se encuentra una cura efectiva y con la esperanza de vida en aumento, en el año 2050 el número de casos podría triplicarse en el mundo, superando el millón y medio de personas sólo en España.