MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Organización Médica Colegial (OMC) anunció hoy que aceptará el texto de la ley de Salud Sexual y Reproductiva tal y como se apruebe este jueves en el Congreso de los Diputados aunque, a su juicio, "ni los médicos y menos aún el nasciturus --término jurídico que designa al ser humano desde su concepción hasta su nacimiento--, estarán mejor protegidos que con la ley anterior".
Según informó esta institución en un comunicado, los médicos rechazan que se utilice el argumento de que la nueva norma les dotará de una mayor seguridad jurídica a la hora de realizar una interrupción voluntaria del embarazo, ya que "no se ajusta a la verdad".
Además, advierten de que el límite de 14 semanas durante el cual la mujer será libre para abortar que quedará fijado con la nueva ley será "difícil de precisar" con el rigor que las leyes exigen a pesar de los medios técnicos actualmente disponibles, por lo que "se introduce un aspecto subjetivo" ante el que insisten en "establecer algunas cautelas".
Para dar unas mínimas garantías, la OMC aboga por establecer un sistema que impida irregularidades en los informes médicos, que avalan que el embarazo supone un peligro para la salud psíquica o física de la embarazada; así como elaborar un protocolo de consentimiento informado que ofrezca las debidas garantías de validez y respeto a la opinión y autonomía de la mujer, con información de la naturaleza de la intervención y sus riesgos.
Igualmente, insiste en restablecer en los hospitales públicos y en cualquier centro en que se realicen abortos, las comisiones técnico-éticas que establezcan la legalidad o no de la interrupción voluntaria del embarazo, ya que "una decisión tan importante y de consecuencias irreversibles, cual es un aborto, no puede ser adoptada por un solo facultativo".
En torno al debate del consentimiento en menores de entre 16 y 18 años, aplaudieron que en la tramitación parlamentaria se hayan tenido en cuenta sus "sugerencias" acerca de la conveniencia e importancia que tiene informar a los padres o tutores, para "no privar a la menor de su consejo, apoyo y ayuda".