MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
Las personas con diversidad funcional tienen necesidades afectivas, eróticas y sexuales que únicamente pueden satisfacer a través de un servicio de acompañamiento especializado, sin embargo, esta situación se confronta a menudo con la opinión de familiares, tutores legales o de las instituciones de acogida, tal y como se ha afirmado en el debate sobre la sexualidad en personas con diversidad funcional organizado por la Fundación Víctor Grífols.
El debate se ha centrado en el documento de trabajo, todavía en fase inicial 'El apoyo erótico o sexual a personas con medidas jurídicas de apoyo', que está siendo redactado y coordinado por el profesor de la Universitat de Girona, Joan Canimas, y que una vez consensuado y aprobado, será presentado al Comité d'tica de Serveis Socials de Catalunya, como documento de referencia para abordar la sexualidad en personas con discapacidad.
En este sentido, se ha analizado la legislación relacionada con los derechos de las personas con discapacidad. La magistrada especializada en discapacidad, Silvia Ventura, ha apuntado que, "el marco jurídico en general está en sintonía para dar salida a las necesidades afectivas y sexuales a las personas con discapacidad, ya que la legislación en sus diferentes artículos no pone ningún impedimento para este tipo de prácticas".
Sin embargo, la magistrada considera que "la realidad resulta distinta, ya que la defensa de estos derechos está poco incorporada en la práctica". Por otra parte, Ventura ha afirmado que "jurídicamente un tutor no puede negarse a realizar un acompañamiento sexual a su tutelado, ya que la asistencia sexual es un derecho personalísimo que se sitúa al mismo nivel que ayudar a comer o a vestirse a la persona que lo necesite y que se trata de una función explicitada en sus deberes".
La fiscal jefe de la Fiscalía de Terrassa, Remei Soriano, ha corroborado la opinión de la magistrada al afirmar que "la negación de la sexualidad no se encuentra en ninguna Ley ni sentencia, y que el problema real es más bien que hablar de sexualidad en general, y todavía más si se trata de personas con discapacidad, es un tema tabú".
Por su parte el director de la Fundació catalana tutelar y presidente de ERAES Dincat, Josep Treserras, ha explicado cómo que "hace falta un cambio de mentalidad social para entender que las personas con diversidad funcional tienen los mismos derechos que las otras personas". En su entidad, acompañan a personas que quieren tener relaciones de pareja, que desean ser padres o madres, casos de transexualidad o relacionados con diferentes orientaciones sexuales.
Así, ha apuntado que, "la sexualidad es un tema personal y que la función de tutores, familiares y centros de acogida debería ser la de escuchar e intentar acompañar en función de los deseos de los afectados".
Por último, el director de ERAES ha enfatizado en la necesidad de educar y formar, tanto al personal asistencial como a las personas con diversidad funcional, y defendió la mediación como herramienta para poder tratar este tema entre las distintas partes afectadas.