MADRID 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El 90 por ciento de los nódulos tiroideos que se detectan en la población son benignos, no obstante, ante la aparición de cualquier anomalía a la vista o al tacto en la región cervical, es recomendable visitar al endocrinólogo, ha destacado la doctora Pilar López Ferrer, anatomopatóloga del centro médico D-médical.
Los nódulos tiroideos afectan aproximadamente a un 5% de las mujeres y a un 1% de los hombres; están compuestos por células que crecen de manera localizada en la glándula tiroides formando uno o varios bultos en la parte anterior del cuello que pueden ser procesos benignos o malignos.
"Los nódulos suelen detectarse a la vista o mediante palpación, pero en ocasiones pueden pasar desapercibidos", destaca López, quien recuerda que se debe acudir al especialistas que será quien indicará si es necesario realizar una ecografía tiroidea y si hay que hacer una punción para el estudio de los mismos (PAAF) y así conocer su naturaleza e indicar el tratamiento más apropiado.
Los nódulos tiroideos pueden ser quísticos, que es cuando presentan un contenido líquido; o sólidos, que es cuando están formados por tejido mayoritariamente celular; o mostrar una estructura mixta de los dos anteriores, contener calcio, etc.
La manera de delimitar perfectamente estas lesiones tiroideas es mediante una ecografía y, en el mismo acto médico, realizar una punción con una aguja fina y muy pequeña dirigida a las zonas sospechosas.
"La punción del nódulo o de los nódulos bajo control ecográfico asegura unos resultados óptimos, pues inmediatamente después de que el radiólogo haya extraído el material del nódulo, el citólogo lo observa al microscopio y puede requerir del radiólogo una nueva muestra si no hay células suficientes o resulta sospechosa y de esa forma, maximizar al máximo el rendimiento diagnóstico", asegura la doctora Sonia Águeda Martín, radióloga del centro D-médical.
"Con la ecografía observamos al detalle cada zona del tiroides y podemos dirigir perfectamente la aguja a la región que más nos interese. La técnica es poco dolorosa y no necesita anestesia", afirma la doctora.
El abordaje integral que se consigue mediante equipos médicos multidisciplinares permite manejar mejor las situaciones más conflictivas, como pueden ser los nódulos cervicales de tipo tumoral.
La doctora López Ferrer recomienda que "el radiólogo y el citólogo trabajen simultáneamente para ofrecer un diagnóstico seguro y, como el resultado es -en el momento-, lo ideal es que sea ya evaluado por el endocrinólogo que pidió las pruebas, y de esa forma el paciente puede tener el informe final el mismo día del diagnóstico".