MADRID 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 88% de los trabajadores españoles permanece conectado en verano, según un estudio de DECIX, prolongando la fatiga mental y reforzando la "cultura del siempre disponible".
Estos datos demuestran que la falta de desconexión no es un fenómeno puntual, sino el reflejo de una transformación profunda en la cultura laboral. Asimismo, cifras recogidas por InfoJobs en su encuesta sobre salud mental y desconexión digital muestran que tres de cada diez trabajdores declaran no poder desconectar mentalmente en su tiempo libre. La sensación de obligación (41%), la presión del puesto (32%) o los asuntos pendientes (23%) son las principales razones.
Igualmente, según UGT, cada persona trabajadora recibe, de media, 120 correos corporativos al día, con un 10% revisando compulsivamente su bandeja de entrada y otro 10% haciéndolo al menos una vez por hora. A esto se suman una media de 58 mensajes en chats enviados fuera del horario laboral.
Esta hiperconexión no solo afecta al descanso, sino que incrementa el riesgo de problemas psicológicos. Según InfoJobs, el 42% de los trabajadores afirma haber experimentado algún problema de salud mental, frente al 27% registrado hace cuatro años. Un 28% de los casos está directamente vinculado al trabajo, y la falta de desconexión digital figura entre las cinco causas principales.
Sin embargo, la Ley Orgánica 3/2018 y la Ley 10/2021 reconocen el derecho a desconectar, su cumplimiento real dista de ser óptimo. En este sentido, la directora de Human Resources Solutions en Synergie España, María Luaces, afirma que "cada vez más empresas solicitan formaciones en desconexión digital y bienestar integral. No se trata solo de cumplir la ley, sino de construir entornos laborales sostenibles para la mente y el cuerpo".
Por otro lado, los datos del estudio muestran que los directivos (79%), mandos intermedios (72%) y autónomos (78%) son quienes menos desconectan durante sus vacaciones. Por sectores, comercio y servicios (18,2 %), educación (15,5%) y áreas ligadas al turismo, el ámbito legal o sanitario muestran las cifras más elevadas. Asimismo, generacionalmente, los millennials (71,4%) y la Generación Z (66,7%) destacan por su conexión constante fuera de la jornada. Y geográficamente, Madrid (68,75%) lidera la lista, mientras que País Vasco (46,2%) y Castilla y León (41,4%) presentan altos niveles de desconexión.
"Dar valor al silencio hace a los trabajadores más profesionales. La desconexión no es una ausencia, sino una forma de cuidar la calidad de la presencia", concluye Luaces.
LA FIDELIZACIÓN DEL BIENESTAR COMO PRIORIDAD
Abordar la desconexión digital no es solo una cuestión de salud, sino también de sostenibilidad organizativa, expone el grupo de recursos humanos, Synergie. Así, explican que las empresas que incorporan medidas activas -desde la restricción de comunicaciones fuera de horario hasta programas de formación y gestión del tiempo- no solo reducen el riesgo de 'burnout', sino que mejoran la implicación y la retención del talento.
Cuando un profesional percibe que su bienestar es prioritario y que puede desconectar sin penalización, su compromiso con la organización también crece, aseguran desde Synergie. De lo contrario, la espiral de la hiperconexión seguirá debilitando tanto la productividad como la salud de la plantilla.
Además, indican que las dinámicas laborales se han especializado. "Antes, la disponibilidad se entendía como un valor añadido; hoy, saber desconectar es una competencia estratégica". Sin embargo, la brecha entre el conocimiento teórico del derecho a la desconexión y su práctica real sigue siendo amplia, y cerrarla es "clave" para garantizar la salud mental, la eficiencia y la sostenibilidad del trabajo en el futuro.