BARCELONA, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Nueve de cada diez mujeres consumidoras de drogas por vía inyectada en Europa sufren, como mínimo, otra patología psiquiátrica asociada, según el primer estudio de este tipo en el ámbito europeo dirigido por investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas y del Instituto de Neuropsiquiatría y Adicciones del Hospital del Mar de Barcelona.
El estudio, que ha analizado datos de 226 mujeres adictas a drogas, constata la llamada comorbilidad o patología dual, es decir, tener, a parte de la adicción a drogas, una segunda enfermedad de origen psiquiátrico.
De entre las pacientes analizadas, el trastorno más habitual es la depresión --la sufren el 76% de las mujeres que han participado en el estudio--, la ansiedad --el 54%-- y el estrés postraumático --el 52%--; además, siete de cada diez también sufren violencia de pareja, hecho que incrementa las posibilidades de presentar un trastorno de estrés postraumático.
El estudio, 'Psychiatric comorbidity and intimate partner violence among women who inject drugs in Europe: a cross-sectional study', está financiado por la Comisión Europea y se ha publicado en la revista 'Archives of Women's Mental Health'.
La investigación ha sido coordinada por la jefa del Grupo de investigación en adicciones del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y Directora del proceso de Adicciones del Instituto de Neuropsiquiatría, Marta Torrens, y ha contado con la participación de centros de investigación de Austria, Italia, Inglaterra, Escocia y Polonia.
12 AÑOS DE ADICCIÓN
Los investigadores han analizado datos de 226 mujeres consumidoras de drogas, con una media de edad de 33,4 años y más de 12 años de adicción: más del 70% habían consumido opioides --heroína, metadona o morfina-- de forma habitual en los seis meses anteriores en el estudio, y el resto, drogas estimulantes como la cocaína, la efedrona, el éxtasis o la mefedrona.
No se detectaron diferencias significativas en los resultados en función de la droga consumida, pero sí que había diferencia entre aquellas mujeres que recibían tratamiento para dejar la adicción, que presentaban más comorbilidades, que las que se dirigían a centros de reducción de daños, donde pueden consumir de forma segura.
Hay que destacar que en los casos de patología psiquiátrica asociada, hay un riesgo más grande de sufrir enfermedades infecciosas, ya que se comparte de forma más habitual el material de inyección.