El 80% de los pacientes con hiperplasia benigna de próstata padecen trastornos del sueño, según un estudio

Actualizado: miércoles, 22 julio 2009 16:00

MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las alteraciones en el sueño provocadas por la nocturia --necesidad de levantarse para ir al baño durante la noche-- que padecen el 80 por ciento de los pacientes con hiperplasia benigna de próstata (HBP), tienen consecuencias negativas en el rendimiento sociolaboral de más del 50 por ciento de los afectados, según afirman los resultados del estudio 'Impacto de la nocturia en la calidad del sueño en pacientes con hiperplasia benigna de próstata'.

La investigación, en la que han participado un total de 249 pacientes con una edad media de 67 años controlados por 49 urólogos, asegura que las consecuencias de la nocturia para el varón son, entre otras, "una disminución de la vitalidad y la capacidad de concentración, lo que incrementa el riesgo de accidentes laborales, domésticos y de tráfico".

La HBP es una patología que se caracteriza por la proliferación histológica de la próstata (agrandamiento de la glándula prostática). Es la tumoración benigna más frecuente en mayores de 50 años y la segunda causa de intervención quirúrgica a esa edad. Asimismo, la prevalencia de la HBP es muy alta, ya que afecta al 50 por ciento de los varones de 51 a 60 años, al 79 de los de 71 a 80 años y al 85 por ciento de los de más de 80 años.

En este sentido, para poder conciliar el sueño, el 7,2 por ciento de los pacientes de HBP con nocturia consumen al menos una vez a la semana fármacos u otros remedios, algo que sólo hace un 4 por ciento de los pacientes sin la afección. De ese 17,2 por ciento, más de un tercio (6,4%) se medica de forma diaria para poder dormir.

Según los propios afectados, su grado de somnolencia diurna es el doble (41,3) que los que no padecen nocturia (21,9). También su percepción de haber dormido lo suficiente como para sentirse descansados (52,2), es menor que la indicada por quienes no padecen este síntoma (67,7).

En este sentido, la nocturia aumenta el insomnio, ya que obliga a 9 de cada 10 afectados a levantarse dos o más veces durante la noche debido a la necesidad de orinar. Como consecuencia, "más de la mitad de los pacientes se sienten cansados o con más sueño del habitual", afirma la investigación.