MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford (EE.UU) ha demostrado en un estudio con 3.000 pacientes que hasta el 80 por ciento de los cánceres colorrectales metastásicos se diseminan antes de su diagnóstico.
El tumor colorrectal supone la segunda causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres en EE.UU. En estos casos, la metástasis afecta fundamentalmente al hígado y raramente suele llegar al cerebro. Los cambios genómicos que causan este cáncer se denominan 'mutaciones del conductor'. En este sentido, Christina Curtis, profesora de medicina y genética en Stanford y autora del estudio, ha tratado de reconstruir el proceso de la metástasis en los diferentes pacientes mediante el análisis de los datos del genoma del tumor, con el objetivo de identificar los conductores.
Para el desarrollo de este estudio, publicado en 'Nature Genetics', los investigadores han comparado mutaciones genéticas en los tumores primarios de 23 participantes con los patrones de sus metástasis hepáticas o cerebrales para buscar similitudes o diferencias entre los cánceres primarios y metastásicos obtenidos en una misma persona.
Después estos datos se han utilizado para crear un esquema evolutivo del cáncer de cada paciente. Así, han podido observar que en 17 de 21 pacientes los tumores metastásicos han sido iniciados por una célula, o un pequeño grupo de células similares, que se ha separado del tumor primario al principio de su desarrollo.
"Las células que formaron la metástasis estaban más estrechamente relacionadas con los ancestros del tumor primario que sus parientes actuales", ha señalado Curtis, quien ha añadido que la metástasis compartió la mayoría de los primeros conductores presentes en el esquema, presentando pocas adiciones, lo que sugiere que "estos cánceres han adquirido una competencia metastásica muy temprana durante su crecimiento".
MUTACIONES DEL GEN PTPRT
Para determinar aún más cuándo se ha producido la metástasis, el equipo ha desarrollado un programa informático y un método estadístico para medir el tiempo de propagación metastásica en relación con el tamaño del tumor primario en un paciente individual. De este modo, han podido observar un patrón similar en la mayoría de los casos evaluados. Así, aplicaron estas teorías a 938 personas con metástasis y 1.813 con cáncer no metastásico.
En este sentido, la experta ha destacado que se encontraron mutaciones del gen PTPRT en la mayoría de los casos con cáncer metastásico. Estudios anteriores han demostrado que la pérdida de la función de este gen aumenta la actividad de la proteína STAT3, que mejora la supervivencia celular. Así, los investigadores han especulado que la inhibición de STAT3 puede frustrar el crecimiento tumoral y la metástasis.
"Estos datos indican que la metástasis puede ocurrir de forma temprana en el cáncer colorrectal humano y pone de relieve la necesidad del diagnóstico precoz de enfermedades agresivas. Los nuevos biomarcadores basados en combinaciones específicas de alteraciones podrían permitir la identificación de los tumores colorrectales letales en una etapa temprana para que puedan ser interceptados y tratados adecuadamente", ha concluido.