MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
Hasta el 80 por ciento de los bebés prematuros en España sobreviven y se desarrollan con normalidad, gracias a la importante evolución que se ha producido en los protocolos y cuidados ofrecidos desde los servicios de Neonatología de España durante los últimos tiempos.
"Un bebé es considerado prematuro cuando termina la gestación antes de la fecha estimada de parto. Es decir, cuando el nacimiento se produce antes de la semana 37 del embarazo", ha explicado el miembro del área de Neonatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Miguel Sáenz de Pipaón Marcos.
Uno de los principales desafíos a los que se enfrentan los bebés prematuros es el escaso crecimiento, ya que nacen antes de que comience la etapa final del embarazo, que es la de máximo crecimiento. Se trata de una cuestión de gran relevancia, ya que al menos el 30 por ciento de los bebés prematuros precisa de un abordaje nutricional específico para garantizar su desarrollo.
En este sentido, Sáenz de Pipaón ha explicado que el manejo nutricional ideal ha de ser individualizado y debe estar basado en la leche materna como elemento principal, ya que se ha demostrado que mejora el neurodesarrollo, tanto físico como cognitivo del bebé.
"Asimismo, disminuye infecciones graves (sepsis y meningitis) y enfermedades propias de la prematuridad, tales como la enterocolitis necrosante, la displasia broncopulmonar y la retinopatía de la prematuridad. Además, es muy importante tener en cuenta que la principal causa de morbilidad en estos bebés es escasa ganancia de peso", ha enfatizado.
Aunque la leche materna es el mejor alimento para todos los recién nacidos, sean nacidos a término o prematuros, en el caso de los prematuros no siempre es suficiente para cubrir todos sus requerimientos y necesidades nutricionales.
"En ocasiones, los prematuros precisan de la ayuda de fortificadores de leche materna para lograr un adecuado estado nutricional. En especial, nos referimos a aquellos bebés nacidos antes de las 34 semanas de embarazo y que no superan los 1.800 gramos", ha puntualizado el experto.
El objetivo principal de los fortificadores es apoyar el crecimiento posnatal a una velocidad similar al crecimiento fetal y con una composición corporal adecuada en los recién nacidos prematuros. "El lactante prematuro precisa de la ingesta de 3,5 ml/kg al día y, a partir de los 14 días de vida, no se pueden recibir estos aportes nutricionales sin la ayuda de un suplemento", ha justificado Sáenz de Pipaón.
Por esta razón, añade, el uso de fortificadores resulta fundamental, dado que la leche materna en exclusiva no es capaz de administrar la cantidad de proteínas y minerales necesarios en la inmensa mayoría de los bebés prematuros. "De esta manera, contribuiremos a una reducción en el tiempo de hospitalización y podremos conseguir que el neonato llegue a su peso ideal en menor tiempo posible", ha zanjado el doctor.