MADRID, 2 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 76,2 por ciento de los pacientes tiene claro que los productos de tabaco por calentamiento no son una buena herramienta para dejar de fumar, según una encuesta en farmacias del Grupo de Respiratorio y Tabaquismo de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) entre el 27 de mayo y el 2 de junio, en el marco de la Semana Sin Humo.
En el estudio, en el que participaron 297 farmacéuticos comunitarios de toda España y se realizaron 1.640 encuestas, hasta el 50,74 por ciento de los encuestados conocía este tipo de productos, aunque apenas el 6,53 por ciento los utilizaba. El 70,81 por ciento piensa que contienen nicotina y hasta un 81,9 por ciento considera que no se trata de elementos inocuos. Además, el 60 por ciento de los encuestados reconoce que son perjudiciales para los fumadores pasivos.
Por otra parte, la encuesta evidencia que el 25,60 por ciento de las personas que recurren a la ayuda profesional para dejar de fumar apuestan por el farmacéutico comunitario en su primer intento. A medida que aumentan los intentos de cesación tabáquica se incrementa el porcentaje de pacientes que confían en el farmacéutico para monitorizar su seguimiento y progresos. Así, en un segundo intento el 40 por ciento de las personas recurre al farmacéutico, y en un tercer intento hasta el 46,6 por ciento apuesta por este profesional sanitario.
Atendiendo a la distribución por edades de los pacientes encuestados, casi la mitad (45%) tiene entre 40 y 60 años. Únicamente el 41 por ciento de los encuestados durante la campaña no había fumado nunca. Del 59 por ciento restante, tan solo el 10 por ciento llevaba más de un año sin fumar. Por lo que respecta al 46 por ciento que continuaba fumando en el momento de realizar la campaña, el 45,62 por ciento fumaba entre uno y diez cigarros al día, el 40,10 por ciento entre 11 y 20 cigarros, y el 13,32 por ciento más de un paquete.
Entre los fumadores y exfumadores, casi el 40 por ciento reconoció en el momento de realización de la encuesta haber empezado a fumar antes de los 20 años, y el 64 por ciento venía de un entorno fumador tanto en el ámbito familiar como social. Aplicando el test de Fagerstrm (utilizado para mediar la dependencia), el 39,13 por ciento de los encuestados tenía una dependencia tabáquica baja, un 39,13 por ciento una dependencia media y el 31,73 por ciento una dependencia alta.
El 64 por ciento de estos fumadores encuestados había intentado dejar de fumar al menos en una ocasión (41,8% en una solo ocasión, 34,94% en dos y 18,82% en tres), alegando motivos relacionados con la salud. Entre los principales motivos que se admiten para la recaída destaca el estrés, según esta encuesta.