ZARAGOZA 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Siete de cada diez pacientes en tratamiento con metadona estarían dispuestos a dejar de fumar, según se desprende de un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza.
En concreto, el 68,2 por ciento de los 78 pacientes incluidos en el estudio de la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones del Hospital Nuestra Señora de Gracia de la capital aragonesa indica que desearía abandonar el hábito tabáquico.
Además, el trabajo pone de manifiesto la conveniencia de ofrecer el tratamiento del tabaquismo en los centros de drogodependencias y alcoholismo de España y de superar el convencionalismo de que las personas con trastornos adictivos son incapaces de dejar de fumar, según ha informado la Universidad de Zaragoza en un comunicado.
Por otro lado, el consumo combinado de sustancias adictivas y el tabaco "aumentan el riesgo de morbimortalidad cardiovascular, pulmonar, neoplásica, infecciosa y otras", han precisado las mismas fuentes.
Esta investigación, dirigida por la profesora y directora de la Unidad de Tabaquismo del Departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, Isabel Nerín, ha sido publicada por la revista científica 'Trastornos Adictivos' de la Sociedad Española de Toxicomanías.
Esta publicación, respaldada por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, va dirigida a todos los profesionales de la sanidad involucrados en el tratamiento de las toxicomanías.
El estudio 'Tabaquismo en pacientes en tratamiento de mantenimiento con metadona' ha sido realizado por la médico de la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones del Hospital Nuestra Señora de Gracia, Nieves Domeque.
En el mismo han colaborado la psicóloga clínica del mismo centro sanitario, Carmen Conca Moreno, y la médico especialista de Medicina Preventiva del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza, Purificación Prieto.
PREVALENCIA DEL CONSUMO DE TABACO
El objetivo principal del estudio ha sido conocer la prevalencia del consumo de tabaco, la motivación y los intentos para dejar de fumar en los pacientes en Tratamiento de Mantenimiento con Metadona (TMM) estabilizados. El estudio descriptivo, realizado entre mayo y julio de 2007, se centró en el grupo de pacientes estabilizados con metadona en comprimidos con más de seis meses en TMM.
Para ello se entrevistó a un total de 78 pacientes --54 hombres y 24 mujeres--, con una edad media en varones de 40,5 años y 37,6 años en mujeres. En el momento en el que iniciaron el tratamiento con metadona, 77 pacientes eran fumadores, es decir, el 96,2 por ciento.
A lo largo del tratamiento, diez pacientes dejaron de fumar y sólo tres de ellos utilizaron tratamiento con parches de nicotina. Igualmente, se observó una disminución en el número de cigarrillos fumados por día en el momento del estudio con respecto al inicio del tratamiento.
Según refleja el estudio, la mayoría de los pacientes, el 80,5 por ciento, dejarían de fumar por motivos de salud, bien porque lo consideran perjudicial, o por presentar algún síntoma relacionado con el consumo, y el 68,2 por ciento de los pacientes manifestó que desearía dejar de fumar, porcentaje similar a la población general, que oscila entre el 60 y el 70 por ciento.
EL TMM
El tratamiento médico con metadona está indicado para la adicción a opiáceos y reduce o elimina el uso de heroína, además de mejorar la salud del paciente, su calidad de vida y situación social y disminuye la transmisión de enfermedades infecciosas como la hepatitis y el Sida.
Los pacientes en tratamiento con metadona se caracterizan por presentar enfermedades crónicas y, en ocasiones, dependencia de otras drogas. La dependencia asociada más frecuente es el tabaquismo. Así, entre los consumidores de heroína está muy extendido el consumo de otras drogas, como tabaco, alcohol (99,1%), cannabis (71%), cocaína (70,8%), alucinógenos (59,6%), anfetaminas (48,5 %) y éxtasis (44 %).
CENTROS SIN TRATAMIENTO
La Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Zaragoza ha manifestado que a pesar de la altísima prevalencia del consumo de tabaco en los pacientes en Tratamiento de Mantenimiento con Metadona la gran mayoría de los centros de drogodependencias y alcoholismo no ofertan tratamiento para el abandono del tabaco y tampoco se evalúa o aconseja a los pacientes en relación con su consumo.
Así, un estudio realizado en 2004 a nivel nacional sobre tratamiento del tabaquismo en estos centros, en el que participaron 142 centros de once Comunidades autónomas, concluyó que el 44,4 por ciento no realizaba ningún tipo de tratamiento.
Según las autoras del estudio de la Universidad de Zaragoza, los profesionales sanitarios minimizan las consecuencias del tabaquismo en los pacientes en tratamiento por abuso de drogas "porque creen que el abandono del consumo de tabaco favorecería una recaída en la droga tratada".
Sin embargo, "hay evidencias de que suprimir el consumo de tabaco no interfiere en la recuperación de otra dependencia" y por eso las autores del estudio instan a modificar las opiniones convencionales de que las personas con trastornos adictivos son incapaces de dejar de fumar.
TABAQUISMO Y CÁNCER
La Unidad de Tabaquismo del Departamento de Medicina ha subrayado que el tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en el mundo y ha recordado que en España la mortalidad atribuida al consumo de tabaco es mucho mayor que la provocada por el consumo de drogas ilegales, Sida y accidentes de tráfico juntos.
El tabaco también es responsable de una pérdida media aproximada de diez años de vida. Se relaciona con más de 25 enfermedades y causa el 30 por ciento de todos los cánceres, enfermedades respiratorias --75 por ciento de bronquitis crónica, enfisema y asma-- y de un alto porcentaje de las enfermedades cardiovasculares --el 25 por ciento de cardiopatía isquémica--.
El tabaco contiene más de 4.000 compuestos activos, la mayoría desconocidos por los usuarios y por las autoridades sanitarias, al igual que ocurre con drogas de carácter ilegal, han asegurado las mismas fuentes. "La mayoría de los efectos adversos para la salud por fumar no provienen de la nicotina en sí misma, sino de los alquitranes y el monóxido de carbono que se liberan", han apostillado.