MADRID 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El 70 por ciento de los hombres con síntomas urinarios por aumento de la próstata tienen problemas de erección, según ha informado el especialista en Sexología y Medicina Sexual, Carlos San Martín Blanco, durante un simposio organizado por Lilly, en el marco del 35º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), que se está celebrando estos días en Barcelona.
El perfil del paciente que sufre de manera conjunta disfunción eréctil con hiperplasia benigna de próstata (HBP) es un varón de unos 50 años que frecuentemente tiene asociado algún tipo de patología cardiovascular (hipertensión, hipercolesterolemia) o metabólica (diabetes, obesidad) y, muchas veces, es fumador. Esta persona consulta muy pronto cuando empieza a sentir los problemas urinarios, mientras que tarda bastante en acudir ante la presencia los problemas eréctiles.
"Tal vez el paciente venga acuciado por un problema urinario urgente que le martiriza, pero muy probablemente si le preguntamos descubriremos el trastorno sexual de base. Ofrecerle la posibilidad de abordar ambos cuadros conjuntamente, con beneficios en la erección y en su sintomatología prostática parece la opción más científica y más recomendable", ha señalado el médico de Atención Primaria (AP), Froilán Sánchez.
En este sentido, el especialista ha informado de que tadalafilo 5 miligramos es un inhibidor de la enzima fosfodiesterasa tipo 5 (PDE5), lo que permite la relajación del músculo liso en pene, vejiga y próstata, lo que aumenta la perfusión sanguínea, mejorando la erección del pene y reduciendo los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata.
"Este medicamento diario ha demostrado, además de sus conocidos beneficios sobre la erección, que es capaz de mejorar de manera significativa los STUI según estudios para los que se ha utilizado la escala IPSS (puntuación internacional de síntomas prostáticos) y el índice internacional de función eréctil en la actualidad los cuestionarios más válidos para medir patología prostática y erección", ha afirmado Sánchez.
En cuanto a las evidencias científicas, recientes estudios han señalado que el factor común a los síntomas urinarios del tracto inferior (STUI) en el hombre y la disfunción eréctil reside en la disminución del flujo sanguíneo arterial y en la menor irrigación del pene, la vejiga y la próstata, entre otras causas.
Con la inhibición de la enzima fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5), presente en el músculo liso de estos órganos, aumenta la perfusión sanguínea, lo que puede ayudar a aliviar los síntomas de HBP y facilitar las erecciones ante un estímulo sexual.
"Esta interrelación viene avalada además por las múltiples investigaciones epidemiológicas que ya venían demostrando que muchos varones con disfunción eréctil también experimentaban los síntomas de hiperplasia benigna de próstata", ha zanjado Sánchez.