MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Hasta el 70% de las mujeres con cáncer de mama hormonodependiente
(denominados luminal A y B) avanzado reciben tratamiento hormonal antes de la quimioterapia, tratamientos que retrasan la progresión de la enfermedad durante un tiempo cada vez más prolongado aunque casi todas las pacientes acaban desarrollando resistencias.
Expertos reunidos en la jornada 'Controversias en Cáncer de Mama. La Enfermedad Luminal', organizada por el Grupo GEICAM, ha recordado que en la actualidad, más del 80% de estos casos son curables gracias a la combinación de cirugía, radioterapia, quimioterapia y tratamiento hormonal. Según los expertos, todos estos tratamientos no son de uso obligado en todas las pacientes, sino que se realizan esquemas terapéuticos cada vez más personalizados, de forma que en cada caso se reciba sólo el tratamiento que se necesita.
El tratamiento indicado para los tumores de tipo luminal avanzado es la hormonoterapia, administrada hasta que la enfermedad progrese. "Si bien la administración de la terapia hormonal retrasa la progresión de la enfermedad, casi todas las pacientes acaban desarrollando resistencias. Dado que no podemos anticipar cuánto va a durar esa sensibilidad, lo que sí está en nuestras manos es detectar correctamente la aparición de la hormonorresistencia ya que esta circunstancia obliga a cambiar el tratamiento", asegura el doctor José I. Chacón López-Muñiz, del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, uno de los coordinadores de la jornada.
En el contexto de la enfermedad avanzada, los oncólogos buscan siempre la opción de tratamiento más eficaz y segura posible, con los mínimos efectos secundarios para las pacientes. "La clave está en elegir el fármaco o combinación de fármacos que aúnen la máxima eficacia, con el perfil de efectos secundarios más favorable para cada paciente -en función de su edad, otras patologías que presente, riesgo del tumor, etc. - y con la duración óptima que, garantizando la mayor eficacia, permita minimizar la toxicidad", afirma el doctor César A. Rodríguez, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y moderador de la jornada.
Asimismo, muchas pacientes presentan problemas de fertilidad no solo por la administración de terapia hormonal, sino por otros tratamientos como la quimioterapia. En este sentido, recuerda que los esfuerzos han de centrarse en la preservación de la fertilidad en las mujeres que así lo deseen. "Tras completar un tratamiento hormonal adyuvante, las pacientes que han preservado su fertilidad pueden tener embarazos de manera segura y sin riesgos significativos", asegura este experto.
Por otro lado, han destacado la llegada de los inhibidores del ciclo celular, llamados inhibidores de cinasa de ciclina, ha mejorado de forma significativa el manejo de la enfermedad luminal y suponen una nueva esperanza para las pacientes con enfermedad avanzada.
"Estas nuevas moléculas aportan mayor seguridad, con efectos secundarios muy diferentes a los de la quimioterapia clásica, con un perfil de tolerancia mucho más favorable", asegura el doctor Álvaro Rodríguez- Lescure, del Hospital General Universitario de Elche y también coordinador de la jornada. Aún está por demostrar su eficacia en comparación con quimioterapia, y en este sentido, el ensayo clínico PEARL promovido por GEICAM, explora esta hipótesis.
Según avanza este experto, "en la práctica clínica estos fármacos se pueden administrar en combinación con terapia hormonal con buenos resultados y ya han demostrado su capacidad para doblar la supervivencia libre de progresión en la enfermedad metastásica".