MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Casi el 50 por ciento de los corredores aficionados que participan en las carreras populares no se ha hecho un chequeo médico previo, el 61 por ciento nunca ha realizado una prueba de esfuerzo y el 69 por ciento nunca se ha hecho un electrocardiograma, según datos del Consejo Superior de Deportes recogidos por la empresa B+Safe.
Y es que, el carácter solidario de muchas de las carreras populares invita a la máxima afluencia de participantes de todas las edades y condiciones físicas en estos eventos en los que participan aproximadamente 1.350.000 personas, entre deportistas y aficionados de los que, según datos de la Real Federación Española de Atletismo, sólo unos 20.000 están federados.
Ante este incremento masivo de carreras, que ha ido acompañado de un aumento de episodios cardíacos de gravedad que han costado la vida a varios corredores, los cardiólogos insisten en la importancia del reconocimiento médico deportivo previo a la práctica para disminuir la incidencia de la muerte súbita de origen cardiovascular asociada a este ejercicio.
Además, y ante el dato de que sólo 213 de las carreras que se van a celebrar en España, estén regladas por la Federación y contarán con un Delegado de la Federación para revisar el cumplimiento de los requisitos exigidos, B+Safe ha estimado que el 62 por ciento de estas pruebas no están cardioprotegidas.
EL 18% HA PADECIDO DOLOR TORÁCICO O MAREOS MIENTRAS CORRÍA
Del mismo modo, según una encuesta realizada por esta empresa entre 1.000 participantes en carreras populares en diez comunidades autónomas, el 40 por ciento de los entrevistados contestó no haber realizado nunca un reconocimiento previo a la práctica deportiva.
Sin embargo, un 18 por ciento manifestó haber presentado síntomas como dolor torácico, palpitaciones o mareos, mientras corría. Por otra parte, apenas el 30 por ciento de participantes en estos eventos sabe que es y cómo se uso un desfibrilador seminautomático (DESA) para actuar con garantía de éxito en caso de que se produjera una parada cardiaca repentina durante la celebración de la prueba.
"Es necesario insistir en la conveniencia de realizar un reconocimiento cardiológico previo como medida preventiva, la realización del masaje cardiopulmonar a la persona en parada cardiaca junto a la desfibrilación temprana con la ayuda de un DESA cuando se está fuera del ámbito hospitalario, como es el caso de los lugares donde se realizan pruebas como triatlón, 'running', carrera continua, mini maratones y carreras tanto de deportistas profesionales como de aficionados", ha explicado el director general de B+Safe, Nuño Azcona.
Por otra parte, según datos de la Revista Española de Cardiología, recogidos también por B+Safe, las personas que practican una actividad deportiva intensa presentan una incidencia mayor de muerte súbita que las no deportistas (1,6 por 100.000, frente al 0,75 por ciento del resto de la población).
Finalmente, los expertos han recordado que en España, tras una parada cardiaca repentina el índice de supervivencia se sitúa en un 4 por ciento, mientras que en Estados Unidos alcanza el 50 por 100 gracias a la implantación masiva de DESA en espacios públicos.
Y es que, estos equipos son capaces de revertir una situación de parada cardiorrespiratoria, también llamada muerte súbita, ya que si esta se produce disponemos de un plazo máximo de 5 minutos para asistir a la víctima con garantías de éxito. Además, por cada minuto que se pierde, desciende un 10 por ciento la probabilidad de supervivencia y aumenta el riesgo de padecer secuelas.