MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
Según el estudio FIATE, elaborado por el Grupo Cardiovascular de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), el 65 por ciento de los afectados con fibrilación auricular tienen un gran riesgo se sufrir un ictus. La encuesta analítica, que ha sido presentada este jueves en Alicante, explica la situación de los pacientes con el tipo de arritmia cardiaca más común -afecta al 4 por ciento de la población, según datos recientes de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Para el estudio han sido entrevistados 2.070 pacientes de diferentes comunidades. De estas encuestas, se desprende que el 80 por ciento de los pacientes recibe tratamiento anticoagulante oral. Pese a ello, solo 1 de cada 3 presentan un control óptimo a medio plazo. Además, arroja la conclusión de que el grado de afectación es igual en mujeres y hombres, y que suele aparecer a los 74 años de edad.
Otro aspecto interesante de FIATE es el relacionado con los porcentajes de pacientes afectados por otras patologías. Así, se calcula que el 70 por ciento padece hipertensión o el 27 por ciento diabetes. Por otra parte, los síntomas de la fibrilación auricular no fueron detectados al principio de la manifestación de la patología en la mitad de los casos.
LA FIBRILACIÓN AURICULAR AUMENTARÁ EN ESTA DÉCADA
La fibrilación auricular va a incrementar su incidencia en los próximos años. "La mayor esperanza de vida, la obesidad y la diabetes aumentarán un 30 por ciento el número de casos en la presente década", tal y como reza en el estudio. Ya en la actualidad, cada médico de familia atiende habitualmente entre 30 y 40 pacientes con esta arritmia cardiaca, "cuyo control y seguimiento es esencial", explican fuentes de la semFYC.
Una de las claves para el tratamiento es el apoyo familiar. "En España el soporte familiar que reciben estos pacientes es muy importante y es algo que nos diferencia con respecto a otros países europeos", señala el coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Cardiovasculares de la semFYC, el doctor José María Lobos.
Para no llegar al diagnóstico y evitar que se produzaca el ictus es necesaria la prevención. "Optimizar el control de la hipertensión arterial y detener la actual epidemia de sobrepeso, obesidad y diabetes tipo 2" son las premisas básicas, afirma el doctor.
Por último, el especialista destaca los síntomas que alertan a los médicos de la existencia de esta enfermedad. "Suele detectase cuando se le toma la tensión arterial o auscultan al paciente y perciben un pulso irregular, por un electrocardiograma anormal", concluye el doctor Lobos.