MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El doctor Francisco Javier Carrasco, coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y médico internista del Servicio de Medicina Interna del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, ha resaltado que la prevalencia de la enfermedad cardiovascular en pacientes diabéticos es progresiva con la edad.
"Se estima que hasta el 60% de los pacientes que tienen diabetes desde hace más de 15 años desarrollan o asocian afectación cardiovascular", indica el experto, que participa con más de 600 médicos internistas de la SEMI en la 15 Reunión virtual del Grupo de Trabajo de Diabetes, Obesidad y Nutrición (26-29 de enero) de SEMI.
De forma específica, el programa científico de esta reunión virtual, que sirve de punto de encuentro interdisciplinario entre médicos internistas, endocrinos, médicos de familia y otros especialistas interesados en estos ámbitos, analizará cómo afecta y qué repercusiones tiene la infección por COVID-19 en los pacientes que presentan obesidad o diabetes y cómo debe ser el manejo de estos pacientes.
Se estima que entre el 25 y el 30 por ciento de los pacientes con ingreso hospitalario en Medicina Interna tiene diabetes. Además, hasta el 50 por ciento de los pacientes que ingresan por enfermedad cardiovascular presenta también diabetes como patología de base.
El médico internista, como especialista hospitalario en el manejo integral del paciente, ve al paciente diabético en el marco del riesgo vascular, puesto que la diabetes desempeña un papel crucial en pacientes con alto riesgo vascular y el adecuado control de la diabetes es fundamental para evitar complicaciones asociadas de carácter sistémico, principalmente enfermedad arterial periférica, afectación cardíaca o renal, entre otras.
Entre otros temas, en la reunión virtual, además de abordarse la enfermedad cardiovascular y renal en diabetes, se presentará la actualización de 2021 del algoritmo de tratamiento de diabetes tipo 2 (DM2) y se analizará el abordaje del paciente COVID-19, así como pautas y recomendaciones en diabetes esteroidea.
También se discutirá sobre la atención, cuidados y tratamiento del paciente crónico frágil, con especial atención al rol de la nutrición clínica en su recuperación funcional y cómo ha repercutido la pandemia en estos pacientes.
De manera específica, en la reunión virtual se analizarán las implicaciones clínicas de la hiperglucemia en la infección por SARS-CoV-2 y cómo debe ser su abordaje. Según este estudio del Registro SEMI-COVID-19 con datos de 11.312 pacientes, la hiperglucemia (independientemente de los antecedentes de diabetes) se asocia a mayor necesidad de ventilación mecánica, ingreso en UCI y riesgo de muerte en contexto COVID-19
Según los hallazgos de este estudio, la probabilidad acumulada de mortalidad fue significativamente mayor en pacientes con hiperglucemia en comparación con pacientes con normoglucemia, independientemente de la presencia de diabetes. De los 11.312 pacientes, solo 2.128 (18,9%) tenían diabetes y 2.289 (20,4%) fallecieron durante la hospitalización. Las tasas de mortalidad hospitalaria fueron del 15,7% para pacientes con glucemia <140 mg/dl, del 33,7% para aquellos con 140-180 mg/dl y del 41,1% para pacientes con > 180 mg/dl de glucemia.
Por tanto, la hiperglucemia -después de ajustar parámetros por edad, diabetes, hipertensión y otros factores de confusión- fue un factor de riesgo independiente de mortalidad y, además, también se asoció, como se ha apuntado con anterioridad, con mayor requisito de ventilación mecánica, ingreso en UCI y mortalidad.