MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -
El 60 por ciento de los españoles sufre estrés y dolores de cabeza por culpa de la mala calidad del aire de sus hogares, según el 'Barómetro sobre la Calidad del Aire Interior' realizado por Daikin para analizar cómo afecta a la calidad del aire interior.
En concreto, según el trabajo, la contaminación del aire interior incide en las alergias (62%), provoca dolores de cabeza (52%), problemas cutáneos (27%) y catarros (24%). Además, a un 56 por ciento les impide conciliar el sueño y a un 60 por ciento les genera mayor estrés.
Asimismo, el estudio ha evidenciado que los españoles tienen claro que respirar un aire puro y de calidad mejora su salud, así lo sostiene un rotundo 97 por ciento, y también observan cómo influye positivamente en su estado de ánimo (62%).
A la hora de tomar medidas para asegurar que el aire de sus viviendas tenga suficiente calidad, los españoles apuestan de forma mayoritaria por ventilar sus casas a diario (93%) y solo un 16 por ciento se apoyan en sistemas de climatización y purificación de aire. Del mismo modo, el 90 por ciento cree que hay que aumentar la concienciación sobre la importancia de la calidad del aire interior.
A pesar de la clara incidencia de la calidad del aire interior en la salud, todavía falta mucha concienciación sobre este tema. De hecho, la mayoría de los españoles (75%) no son conscientes de la calidad del aire que respiran en sus casas y el 72 por ciento no cuentan con ningún tipo de sistema que contribuya a la limpieza del aire de sus hogares porque desconocen su existencia.
Por otra parte, un 60 por ciento de los encuestados creen que el aire exterior está más contaminado que el interior, especialmente los madrileños (89%), seguidos de los asturianos (81%) y los catalanes (78%). En esta línea, casi el 90 por ciento de la población cree que la contaminación exterior tiene efectos sobre la interior.
Finalmente, un 22 por ciento de los españoles consideran el tabaco y el humo de las cocinas como una de las principales fuentes de contaminantes, un 15 por ciento acusan a las personas y animales que conviven en los hogares y otro 15 por ciento culpan a los productos de limpieza y otras sustancias químicas.