MADRID 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
A pesar de la inversión sin precedentes para controlar el paludismo, el 57 por ciento de la población en África todavía está en riesgo de moderado a alto de contraer la forma más mortal de la malaria. Sin embargo, también se han producido reducciones sustanciales en la transmisión de la malaria en la mayor parte de los países con malaria endémica de África entre 2000 y 2010, con más de una cuarta parte de la población (alrededor de 218 millones de personas) que vive ahora en áreas con mucho menor riesgo de infección.
En este estudio, publicado en 'Lancet', investigadores del Instituto de Investigación Médica de Kenia, la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y la Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para África recopilaron datos de 26.746 encuestas sobre la prevalencia del parásito que cubren 3.575.418 personas analizadas de 44 países o territorios en África donde la malaria es endémica desde 1980.
Mediante el uso de un modelo basado en la geoestadística, estos expertos estimaron la proporción de la población de 2 a 10 años de edad infectados con diferentes niveles del parásito 'Plasmodium falciparum' en África poco después del lanzamiento de la iniciativa 'Roll Back Malaria' en 2000 y una década más tarde. Los científicos encontraron reducciones en la prevalencia de la infección por malaria en niños en 40 de 44 países de África entre 2000 y 2010.
Durante la década, se estima que el número de personas que viven en zonas de alta transmisión se redujo de 218,6 millones a 183,5 millones (una caída del 16 por ciento), pero la población que vive en zonas donde el riesgo de infección se considera entre moderado y alto aumentó de 178,6 millones a 280,1 millones (un aumento del 57 por ciento).
Por el contrario, la población que vive en áreas consideradas como de muy bajo riesgo se incrementó de 78, 2 millones a 128,2 millones ( un aumento del 64 por ciento) y cuatro países (Cabo Verde, Eritrea , Sudáfrica y Etiopía) se unieron a Swazilandia, Djibouti, y Mayotte en cuanto a que los niveles de transmisión hacen que la eliminación sea una meta realista.
Sin embargo, subraya el profesor Robert Snow, del 'Kenya Medical Research Institute-Wellcome Trust Research Programme', el 57 por ciento de la población de África vive aún en zonas de intensidad de transmisión moderada a alta. "Casi todos (el 87 por ciento) de las personas en estas dos clases más altas de endemicidad viven sólo en diez países", lamenta este experto.
Los autores señalan que las tasas de crecimiento de la población han reducido algunas de las ganancias proporcionales en la reducción de la transmisión, con 200 millones de personas adicionales que ahora viven en regiones endémicas de malaria en comparación con el año 2000.
"La comunidad internacional ha invertido mucho en el control de la malaria, con una financiación que aumentó desde alrededor de 100 millones de dólares en 2000 a cerca de 2.000 millones en 2013" , explica el doctor Mohamed Noor Abdisalan, del 'Kenya Medical Research Institute-Wellcome Trust Research Programme' y la Universidad de Oxford.
Según Snow, "en un periodo de recesión económica mundial, estos resultados ponen de relieve la necesidad de apoyo continuo para el control de la malaria, no sólo para preservar los avances que se han hecho, sino también para acelerar la reducción de la intensidad de la transmisión donde aún permanece alta". "Si las inversiones en la malaria no se sostienen, cientos de millones de africanos corren el riesgo de una transmisión de rebote, con consecuencias catastróficas", alerta.