MADRID 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La mitad de los pacientes trasplantados de un órgano sólido pueden sufrir complicaciones derivadas de la infección por citomegalovirus (CMV), un virus que vive sin causar enfermedad en la mayoría de la población, pero que puede causar complicaciones, rechazos o muertes dentro de un contexto de inmunosupresión.
El 70 por ciento de la población cuenta con anticuerpos frente al CMV. Sin embargo, por la inmunosupresión necesaria para el trasplante, un 20 por ciento de pacientes preparados para luchar contra este virus sufre problemas debido a la potente bajada de defensas. Las complicaciones más graves se dan en el 30 por ciento de pacientes que nunca antes estuvieron en contacto con este virus.
Los problemas asociados pueden ir desde los cuadros virales hasta la afectación de órganos, como el tubo digestivo --con diarreas y vómitos-- o los pulmones. Esta infección puede provocar también rechazo del trasplante por "afectación indirecta", es decir, debido a la necesidad de reducir la inmunosupresión en el paciente o porque el propio citomegalovirus active mecanismos de rechazo en el organismo.
Si no se trata, la tasa de mortalidad podría llegar al 90 por ciento. No obstante, con los actuales tratamientos y métodos de prevención, la mortalidad es "baja", según el doctor Julián de la Torre, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Reina Sofía de Córdoba, que participa en la jornada para actualizar los conocimientos sobre el CMV, organizada con la colaboración de Roche.
En el encuentro, celebrado este miércoles en Madrid, se presenta un documento de consenso sobre la prevención y tratamiento de la infección por citomegalovirus, cuyo autor principal es el doctor De la Torre. Esta obra viene a actualizar los conocimientos sobre el CMV incluidos en un trabajo anterior, que data de 2005.
El texto, elaborado durante un año por los expertos de GESITRA-SEIMC/REIPI, ofrece definiciones de esta enfermedad, métodos para su diagnóstico, explica cuáles son los marcadores biológicos que advierten de su presencia y exponen la mejor manera de prevenirla y tratarla.
En este sentido, el doctor Federico Oppenheimer, del Servicio de Nefrología y Trasplante Renal del Hospital Clínic de Barcelona, ha destacado como novedad que prolongar el tratamiento preventivo con antivirales (valganciclovir) en pacientes de riesgo --pasando de los tres meses tradicionales a seis-- es "coste-efectivo".