MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Hasta un 50 por ciento de las personas con diabetes presenta dislipemia aterogénica, un factor de riesgo cardiovascular, según ha concluido el estudio 'PREDISAT', presentado durante la séptima edición del Día de la Dislipemia Aterogénica
Las tres alteraciones lipídicas que definen la dislipemia aterogénica son factores de riesgo cardiovascular independientes: el aumento de los triglicéridos, el descenso de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) y unas lipoproteína de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) más pequeñas y densas de lo habitual.
Cuando otros factores de riego lipídicos se encuentran controlados, como en las personas en tratamiento con estatinas y cifras de LDL estables, el riesgo atribuible a la dislipemia aterogénica puede suponer un 30 por ciento del riesgo residual cardiovascular que mantiene el paciente a pesar del control de la cifra del colesterol.
Se calcula que en España puede haber cerca de tres millones de personas con dislipemia aterogénica. Además de en pacientes diabéticos, afecta a "aproximadamente entre un 20 y un 30 por ciento de enfermos con antecedentes de enfermedad cardiovascular de cualquier localización la pueden presentar", ha asegurado el jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), el doctor Jesús Millán.
Durante la cita, organizada por la Sociedad Española de Arterioesclerosis y Mylan y a la que han asistido cerca de 100 expertos, el doctor Millán ha revelado que el tratamiento de la dislipemia aterogénica en personas con diabetes es "subóptimo, y una tercera parte de los pacientes subsidiarios de tratamiento específico no se encuentran tratados de forma adecuada".
A juicio del doctor Millán, la dislipemia aterogénica es "un proceso infradiagnosticado y, por tanto, infratratado e infracontrolado. "El motivo fundamental es que el foco de interés siempre se pone en la dislipemia dependiente del colesterol LDL, obviando que la dislipemia no-LDL dependiente, como es el caso de la dislipemia aterogénica, es un factor de riesgo adicional que debería ser correctamente detectado y tratado, llegado el caso", ha indicado el experto.
En este sentido, el doctor Millán ha valorado como "fundamental" que los profesionales sanitarios sean sensibles a que la dislipemia arterogénica es un factor de riesgo cardiovascular adicional que requiere tratamiento.
"Su manejo inicial requiere medidas relacionadas con el estilo de vida. Es esencial, aunque no siempre suficiente. Y si no fuera suficiente, el tratamiento farmacológico, con terapia combinada frente a la dislipemia dependiente del colesterol LDL y de la dislipemia aterogénica", ha concluido el experto.