Expertos analizan la incapacidad de llevar a cabo los propósitos planteados para el nuevo año, como dejar de fumar o hacer deporte
PAMPLONA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -
Entre el 50 y 70 por ciento de las personas que inician un programa antitabaco abandonan el tratamiento. Con el nuevo año llegaron los nuevos propósitos, entre ellos, dejar de fumar, comenzar una dieta, hacer deporte o aprender idiomas, pero ¿se pueden cumplir?. Sobre esta cuestión y la fugacidad de los propósitos que trajo el nuevo año hablaron hoy varios expertos en un encuentro con la prensa.
Cómo se realizan y deshacen rápidamente esas intenciones de cambio y la explicación que ofrece la psiquiatría fue el tema que guió una nueva jornada de 'Desayunos con salud' que la consejera María Kutz fue la encargada de presentar, y que contó con la presencia de los especialistas Víctor Peralta y Alfredo Martínez, jefe de Psiquiatría y psiquiatra del Hospital Virgen del Camino, respectivamente, así como el médico de Atención Primaria Óscar Lecea.
Kutz abrió este debate en el que expuso cómo el nuevo año trae consigo la realización de nuevas propuestas, retos que en unos días "las personas que se los han propuesto dejan de hacer por pereza". "Qué hacer y cómo seguir adelante cuando una persona se propone algo y quiere conseguirlo" fue el hilo conductor de la charla.
Ante esto, el doctor Lecea insistió en que "el reto de mejorar y cambiar cosas en nuestra vida existe, aunque la relación de la salud con los beneficios de estos retos son a largo plazo y es difícil sentir el beneficio".
Por tanto, aconsejó ser realistas y plantearse objetivos posibles de realizar. Además, apuntó la necesidad de "asumir responsabilidades en cuanto a la salud", algo que "depende de nosotros mismos", por lo que es necesario "un cambio de hábitos y un convencimiento verdadero. Asumir nuestra responsabilidad en salud y no dejarlo sólo en manos de profesionales".
Al respecto, indicó que el cambio depende de "nosotros mismos". Así, dijo estar acostumbrado a que acudan a su consulta personas que piden "una dieta o las pastillas para dejar de fumar", e insistió nuevamente en "asumir nuestra responsabilidad en salud y no dejarlo todo en manos de profesionales".
CAMBIOS EN EL PROYECTO VITAL
Por su parte, el psiquiatra Alfredo Martínez habló de estos cambios de hábitos como "un intento de prevención, de prevención de enfermedades mentales".
Al respecto, consideró que "se esta desvalorizando la necesidad de hacer propósitos de cambio y de mejora de la revisión de la historia y del proyecto vital, a cambio de tópicos como dejar de fumar, adelgazar o aprender idiomas", pero que "no son auténticos compromisos vitales, sino que los cogemos de los medios de comunicación y de campañas muy bien dirigidas e intencionadas, pero que no llegamos a personalizar y hacer nuestros".
Ante esto, Martínez indicó que asumir estos retos como una rutina es lo que aboca muchas veces al fracaso. En su opinión, la responsabilidad de cualquier proceso de cambio o de mejora es "una responsabilidad personal, y la decisión de lo que queremos mejorar y cambiar es una decisión personal y nadie nos lo puede decir ni imponer, porque somos una población que respondemos muy mal a cualquier tipo de imposición o de obligación".
En este sentido, apeló a la necesidad de realizar estos cambios de forma voluntaria en épocas de bonanza, ya que "si no lo hacemos nos obligarán a hacerlo en épocas de crisis". "Desde la consulta vemos continuamente a personas que entran en crisis, que ponen en riesgo el proyecto vital y la propia supervivencia de la persona y eso obliga a hacer propósitos de cambio", afirmó.
PRÁCTICA Y ENTRENAMIENTO FRENTE A LA DEJACIÓN
Por ello, concluyó asegurando que todo lo que sea práctica, entrenamiento y afrontamiento de los conflictos antes de que desencadenen en una situación de crisis "da mayores garantías de éxito y mayores posibilidades de resolución de dichos conflictos".
No obstante, criticó la dejación de esas actividades así como "la moda de acudir a psicólogos, psiquiatras o médicos a que me digan qué tengo que cambiar y que me lo cambien y me lo solucionen con una receta o con consejos médicos que me solucionen estos conflictos".
Finalmente, censuró sobre esta dejación la creencia en que un profesional o un agente externo "nos vaya a solucionar el problema, o la dejación absoluta", por tratarse de "una fuente de riesgo de patologías de difícil solución".
"Nuestras características nos condicionan a la hora de tomar estos cambios o sino el entorno es el que nos condiciona, aunque -si bien hay un condicionamiento incluso genético y el entorno nos condiciona-, hay un elemento que es el del entrenamiento, la práctica y el hábito, que nos hace más capaces de resolver las situaciones de conflicto y tener éxito en las propuestas de cambio, un valor a promocionar y desarrollar en la sociedad", concluyó Martínez.
UNA FUNCIÓN "EXTRAORDINARIAMENTE COMPLEJA"
Por su parte, el doctor Víctor Peralta ejemplificó el hecho de las situaciones de dejamientos y de la incapacidad para llevar a cabo los propósitos en que "aproximadamente entre un 30 y un 50 por ciento de los pacientes que acuden a una consulta de Atención Primaria abandonan el tratamiento, y entre un 50 y 70 por ciento de los que se meten en un programa antitabaco abandonan el tratamiento".
Peralta quiso explicar el motivo de este abandono indicando que "la función de llevar a cabo los objetivos que nos plantemos es extraordinariamente compleja. Es la función ejecutiva que depende de la parte más desarrollada del cerebro y que todos somos capaces a priori de llevarla a cabo", dijo.
Es una función "extraordinariamente compleja", insistió, que empieza por un análisis de la situación; continúa con la planificación de qué queremos y cómo queremos hacerlo; en tercer lugar consiste en ejecutar los propósitos; en cuarto en hacer un análisis de control y reflexión; y, en quinto lugar, en función de cómo vayamos, rectificar nuestros propósitos.
Finalmente, la consejera concluyó asegurando que "todo cambio supone un esfuerzo y que todo cambio apela a la responsabilidad personal".