MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El síndrome de burnout en profesionales sanitarios ronda el 40 por ciento, cifra que sugiere que "la organización del trabajo es el principal factor de riesgo", según señala el especialista en Medicina del Trabajo, jefe del Servicio de Prevención Hospital General Universitario Gregorio Marañón, Ignacio Sánchez-Arcilla.
"Provocado por una situación de estrés crónico en el trabajo, en la que aparentemente uno se adapta pero es a base de un esfuerzo continuo que va desgastando, el burnout es muy típico de profesionales sanitarios y centros de atención de reclamaciones. Empieza a manifestarse con cansancio, desgana, apatía, desinterés, que pueden evolucionar a alteraciones musculares, dolores difusos, mareos, molestias inespecíficas", explica por su parte el presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y director y fundador del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid, José Luis González de Rivera.
Asimismo, un 25 por ciento de las consultas de Atención Primaria tienen un origen psicológico. Y es que la mente influye y modifica el curso de cualquier dolencia, por eso, en realidad, todas las enfermedadades podrían considerarse psicosomáticas. Desde la fibromialgia y el asma hasta todo tipo de trastornos psiquiátricos o, incluso, el cáncer y los accidentes cerebrovasculares se ven influidos, cuando no originados, por situaciones de estrés que no se saben manejar.
Las causas son, muchas veces, multifactoriales. Para acotar el término, la enfermedad psicosomática puede definirse como "una serie de síntomas en el cuerpo cuyo origen principal es una alteración emocional o una situación de estrés", dice el presidente de la SEMP.
"Las enfermedades psicosomáticas más comunes son trastornos intestinales funcionales -como el colon irritable-, tensiones musculares como bruxismo y los dolores de cuello crónicos -zona física donde se desplazan sentimiento reprimidos de hostilidad o rabia-, algunos tipos de reúma o cefaleas", explica González de Rivera. Todas ellos se relacionan con alteraciones emocionales crónicas y reprimidas.
Los trastornos médicos funcionales son un tipo de patologías en los que "los síntomas existen y son reales, incluso pueden llegar a ser altamente incapacitantes, pero no hay una lesión orgánica que los explique. Tienen un origen psíquico", añade el experto.