MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Hasta 4 de cada 10 personas mayores de 14 años sufre un proceso crónico como, por ejemplo, hipertensión arterial, el dolor lumbar crónico, colesterol alto y la artrosis, según se ha puesto de manifiesto durante el 38º Congreso de Medicina de Familia y Comunitaria, que estos días se celebra en Barcelona.
"La tendencia puede ser al aumento de los porcentajes si tenemos en cuenta que la incidencia de dolencias crónicas es más frecuente con el envejecimiento de la población y se calcula que el 70 por ciento de los mayores de 65 años sufren enfermedades crónicas, en plural, pues la realidad es que las personas mayores se ven afectadas de media por cuatro enfermedades crónicas por persona", ha comentado el presidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), Salvador Tranche.
De hecho, tal y como ha añadido el miembro del Grup de Recerca en Cronicitat de la Catalunya Central, Carles Blay Pueyo, los pacientes con cronicidad compleja y enfermedades avanzadas representan el cinco por ciento de la población atendida por el sistema sanitario y consumen, según las estimaciones "más fiables", cerca de la mitad del presupuesto en salud.
En términos de gasto sanitario, en España, las enfermedades crónicas motivan el 80 por ciento de las consultas de Atención Primaria, suponiendo la primera causa de gasto sanitario. "Pero la tendencia es que, con el progresivo envejecimiento de la población española, para el que se calcula que, en el año 2029, en España residirán 11,3 millones de personas mayores de 64 años, que serían 15,8 millones, en 2064, las cifras de enfermos crónicos se multipliquen también, lo que conllevará un aumento del número de enfermos crónicos complejos y polimedicados, y también de la ratio de frecuentación de la Atención Primaria", ha apostillado la presidenta del Comité organizador del Congreso de la Semfyc, Yolanda Ortega.
Ante este escenario, los expertos han destacado la necesidad de poner en marcha acciones activas para aumentar la plantilla de médicos de familia, pero también disponer de sistemas que aumenten la eficiencia del sistema.
Una de las posibles líneas a implementar, que en comunidades como Andalucía, Cataluña o Extremadura, se han marcado como línea estratégica para la Atención Primaria, es la extensión del uso de ecógrafos por parte de los médicos de Atención Primaria.
Y es que, según estudios promovidos por la Semfyc, la incorporación de la ecografía a la actividad cotidiana de los equipos de Atención Primaria podría reducir las derivaciones de los pacientes de primaria hasta un 80 por ciento, aumentando de este modo la capacidad resolutiva en una primera consulta.
"En el futuro, la medicina deberá asumir que el paciente ya no es un elemento pasivo sino que dispone de elementos que interaccionarán con el nuevo maletín del médico: sensores cardiacos, detector de venas con sistema infrarrojos, extracción de sangre sin aguja, dermatoscopio, sensores inteligentes, fonendoscopios digitales, nuevos otoscopios, tensiómetros, ECG manuales y conectados al móvil, ecógrafos portátiles, drones ambulancia, glucómetros sin punción o espirómetros de 'smartphone'", ha argumentado el miembro del Grupo eSalut de Col·legi Oficial de Metges de Barcelona, Miguel Molina de Heras.
A su juicio, la tecnología está revolucionando la asistencia médica y la relación médico-paciente, por lo que se ha preguntado si será necesario seguir teniendo los actuales fonendoscopio, esfigmomanómetro, termómetro u otoscopio o, por el contrario, se podrán sustituir por otras herramientas "más fiables y precisas" para aumentar la capacidad resolutiva.
MEJORAR LA CAPACIDAD DE RESOLUCIÓN DE LOS MÉDICOS DE FAMILIA
Por otra parte, en el congreso se van a analizar modelos de gestión en Atención Primaria, así como se destacará la necesidad de limitar el daño innecesario al paciente. Y es que, a juicio de los expertos, en el futuro, para atender pertinentemente la cronicidad en el Sistema Nacional de Salud (SNS), cada día adquirirá una mayor importancia las prácticas dirigidas a limitar la iatrogenia, que define el daño que sufre el paciente provocado por un acto médico innecesario y que puede ser ocasionado por pruebas médicas innecesarias y el diagnóstico de enfermedades que nunca se manifestarán ni alterarán la vida normal del paciente.
Los médicos de familia cada vez son más conscientes de los riesgos que entraña diagnosticar una enfermedad que no ocasionará síntomas a lo largo de la vida de una persona y que, en cambio, el tratamiento y el seguimiento para tratar esta enfermedad ocasionarán daños y costes, sin aportar ningún beneficio.
"Es necesaria la reflexión, ya iniciada hace un tiempo, sobre los programas de cribado que detectan algunos cánceres en estadios precoces, que nunca ocasionarán síntomas ni la muerte del paciente, o sobre las pruebas diagnósticas, cada vez más sensibles, que identifican anormalidades tan mínimas que permanecerán benignas (incidentalomas)", ha zanjado el especialista en Medicina de Familia, Pascual Solanas Saura.