MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
La curvatura y la capacidad de penetración durante el coito empeora en el 40 por ciento de los hombres que sufren la enfermedad de La Peyronie, también conocida como 'pene curvo', mientras el dolor lo hace en el 6 por ciento, según varios estudios citados por expertos en el taller formativo 'El tratamiento de la enfermedad de La Peyronie con colagenasa intraplaca'.
Durante la sesión, especialistas en esta patología han resaltado la importancia de la aparición en el abordaje de esta enfermedad de la colagenasa de clostridium histolyticum, al tratarse del primer y único fármaco autorizado con indicación para la patología. "Inicialmente estos pacientes iban condenados a la cirugía, pero en la actualidad es posible mitigar la curvatura peneana hasta en un 35 por ciento con este fármaco", ha explicado el responsable de la Unidad de Andrología y Cirugía Reconstructiva Urogenital del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, Rodrigo García-Baquero.
Aunque no existen datos nacionales, el doctor indica que "se estima que aproximadamente un 8 por ciento de la población masculina puede padecer de la enfermedad de La Peyronie en el mundo". Se trata de una patología caracterizada por la incurvación del pene en erección, lo que podría afectar la calidad de vida del hombre, porque, inicialmente podría cursar con dolor, afectando la calidad de vida sexual.
También es posible que se produzca una pérdida de confianza, además de la preocupación por el aspecto curvo del pene. "Creemos que puede haber una prevalencia de efectos psicológicos del 77 por ciento, por ser una enfermedad que no tiene una causa concreta y afecta a un aspecto tan íntimo como es la sexualidad", ha argumentado García-Baquero.
El experto enfatiza en la carencia de certezas que existen en cuanto al origen y la evolución de la enfermedad o la existencia de un esquema de tratamiento válido para todos los pacientes. "Se deben valorar las distintas opciones terapéuticas para cada paciente, teniendo en cuenta la severidad de la curvatura y la fase en la que se encuentra la enfermedad. Además, se debe tener en cuenta que no todos los pacientes siguen el mismo protocolo terapéutico, teniéndose que individualizar el tratamiento para cada paciente", ha comentado.
Hasta hace poco, se consideraba que la única opción terapéutica realmente válida para esta patología era la cirugía. Entre ellas, las plicaturas, en las que "se pierde entre medio centímetro o centímetro de longitud por cada 10 grados de corrección". "La otra alternativa quirúrgica, la incisión/escisión y parche, acarrea un riesgo aproximado de disfunción eréctil postoperatoria del 30 por ciento", ha agregado.
En cuanto al tratamiento con colagenasa, asegura que la gran ventaja de esta técnica es evitar la cirugía o conllevar a una cirugía más sencilla a partir de 2 a 4 ciclos de inyecciones en la placa de tejido fibroso que se ha formado en el pene. "Los pacientes que parece que responden mejor son los que tienen una curva de más 30 grados y no más de 60 grados, que tienen una evolución de más de dos años, en los cuales la placa no esté calcificada y que tengan una buena función eréctil. A esto hay que añadir que es muy importante que la placa sea palpable para que el fármaco pueda administrar", ha justificado.
En cuanto al futuro más inmediato, este experto opina que los próximos avances estarán relacionados con ciclos de tratamiento más cortos, dispositivos mecánicos de modelaje que sean más sencillos y cómodos de utilizar, o la aplicación de esta opción terapéutica en la fase inicial, donde la placa que se está formando podría ser más susceptible al cambio que la que ya está establecida.