MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de los peligros que en muchos países supone dar a luz a un niño ya que, tal y como ha informado, cada año 303.000 mujeres mueren durante el embarazo y el parto, 2,7 millones de bebés fallecen a los 28 días de nacer y 2,6 ya nacen muertos.
Unas cifras que podrían ser más altas ya que la mayor parte de los bebés que nacen muertos o que mueren a los pocos días no se registran, por lo que los países no suelen conocer con exactitud la tasa de mortalidad de esta población y, por ende, son "incapaces" de tomar medidas "eficaces y oportunas" para evitar más casos.
"Tenemos que asegurar que todos los nacimientos y muertes son contadas, y que podemos saber qué hacer para prevenir futuras muertes, sin importar dónde se producen. Mediante la revisión de las causas de muertes maternas e infantiles podemos mejorar la calidad de la atención médica, tomar decisiones correctivas y evitar que millones de familias suporten el dolor de perder a sus bebés y madres", ha señalado el director de Investigación y Salud Reproductiva de la OMS, Ian Askew.
Actualmente, el organismo de Naciones Unidas ha lanzado tres publicaciones para ayudar a los países a mejorar sus datos sobre las muertes fetales y maternas y neonatales. La primera publicación, titulada 'WHO Application of the International Classification of Disease-10 to deaths during the perinatal period', es un sistema estandarizado para la clasificación de muertes fetales y neonatales, que ayuda a los países a vincular los fallecimientos a las condiciones de salud que presentan las mujeres embarazadas como, por ejemplo, diabetes o hipertensión.
SOLUCIONES PARA EVITAR MÁS CASOS
La segunda publicación, titulada 'Making Every Baby Count: Audit and Review of Stillbirths and Neonatal Deaths', es una guía para que los países revisen e investiguen las muertes con el fin de incorporar soluciones para evitar que se produzcan más casos en el futuro.
"Cada vez que una muerte se revisa tiene el potencial para ser una historia sobre lo que se podría haber hecho para salvar la vida a una madre y a su bebé", ha explicado el director de la Madre, Infancia y Adolescencia de la Salud de la OMS, Anthony Costello.
Y es que, a juicio de los expertos, los informes oficiales subestiman la verdadera magnitud de la mortalidad materna. En este sentido, la tercera publicación de la OMS, titulada 'Time to respond: a report on the global implementation of maternal death surveillance and response', ayuda a los países a fortalecer su proceso de revisión de la mortalidad materna en los hospitales y clínicas.
El documento también proporciona una guía para establecer un entorno seguro para los trabajadores de la salud con el fin de mejorar la calidad de la atención en las clínicas y cuando los partos se producen en las casas.
La OMS también está colaborando con varios socios para mejorar la calidad de la información sanitaria, incluidos los datos sobre la salud materna e infantil. De hecho, más de 30 organizaciones de salud mundial están contribuyendo al desarrollo de un paquete fácil de usar de orientación y herramientas diseñadas para fortalecer los sistemas de información de salud.