MADRID, 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
La exposición diaria al humo de segunda mano entre los no fumadores sigue siendo altamente prevalente en los países europeos, según muestra una investiación internacional, con participación española, que señala que, en promedio, afecta al 31 por ciento de la población, que oscila entre el 24 por ciento en Irlanda y el 68 por ciento en Grecia, especialmente en entornos interiores y exteriores de lugares de restauración, de trabajo, hogares y automóviles.
Este estudio, es el fruto de 4 años de trabajo coordinado con el profesor Esteve Fernández del Institut Catal d'Oncología, participado por trece centros europeos en Grecia, Irlanda, Italia y Reino Unido, y ha contado con la participación de investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de La Princesa en Madrid.
Los primeros hallazgos fueron presentados el pasado 8 de octubre en Bruselas en el Parlamento Europeo, ante una amplia audiencia de más de 100 expertos europeos durante la Conferencia Final del Proyecto TackSHS, y auspiciado por los eurodiputados Cristian-Silviu Buoi y Rosa Esters Ferragut.
"Los nuevos datos revelan los resultados de la exposición al humo de segunda mano (SHS) de los cigarrillos y los aerosoles de segunda mano (SHA) de los cigarrillos electrónicos sobre la salud respiratoria de la población europea, la carga de mortalidad y morbilidad asociadas, y las consecuencias económicas para el bienestar nacional y europeo", señala el doctor Joan B Soriano, uno de los médicos del Hospital de La Princesa que han participado
En su opinión, "a pesar del tremendo esfuerzo para adoptar e implementar prohibiciones de fumar en la Unión Europea en la última década", los datos muestran que la exposición diaria sigue siendo alta.
"Se fuma en casi todas las terrazas al aire libre de bares y restaurantes en España y en toda Europa, incluso en países con legislación en estos entornos. Además, se produce humo y el SHS está presente en la mayoría de los parques infantiles y entradas de las escuelas de toda Europa, especialmente en barrios desfavorecidos y países con un nivel más bajo de control del tabaco, lamentablemente", señala la doctora Elena Castillo, también del centro madrileño.
Castillo, quien coordinó el trabajo de unos de los work-packages (sub-estudios) sobre el efecto del tabaquismo pasivo en pacientes con asma y EPOC de La Princesa y también de Hungría e Irlanda, afirma que en los pacientes respiratorios, con apenas siete minutos de estar en una terraza expuestos al SHS, "ya podemos detectar cambios en su función respiratoria y síntomas de asma y EPOC".
En toda Europa, tres de cada cinco fumadores permiten fumar en sus hogares, con niveles de exposición al SHS detectados muy altos, lo que podría afectar a los niños y otros sujetos. Además, "los niveles de SHS en los automóviles de los fumadores son muy altos, con concentraciones de nicotina superiores a las observadas en los hogares de los fumadores", advierten.
CIGARRILLOS ELECTRÓNICOS
Con respecto al uso de cigarrillos electrónicos y la exposición a sus aerosoles, el análisis demostró que la prevalencia de uso es baja y diversa en Europa, más frecuente entre los jóvenes y generalmente concurrente con el tabaquismo tradicional.
Los ensayos confirmaron que el uso de cigarrillos electrónicos afecta la calidad del aire detectándose partículas, nicotina, o compuestos orgánicos volátiles, entre otros; mientras que los individuos expuestos a cigarrillos electrónicos en aerosol mostraron alteraciones inmediatas de su función pulmonar (en la mecánica respiratoria y biomarcadores exhalados) y experimentaron síntomas de irritación en ojos, nariz y la garganta.
"En España La prevalencia de uso de cigarrillos electrónicos es de solo el 0,4 por ciento de la población, y no debemos permitir que ningún niño o adolescentes los use como puerta de entrada al tabaco convencional", señala el doctor Soriano.
Por su parte, el doctor Julio Ancochea, jefe del servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa, ha indicado que se debe "insistir en más y mejor investigación" para combatir las enfermedades crónicas relacionadas con el tabaco, "en un amplio marco donde deberían unirse la ciencia y la política", propone.
"Hemos de ser médicos neumólogos militantes y practicantes", advierte el experto, para quien los resultados del proyecto TackSHS son una base sólida para abordar las desigualdades en salud causadas por el uso de tabaco convencional y los cigarrillos electrónicos.
A su juicio, resultados de TackSHS proporcionan una nueva evidencia científica "muy necesaria" para facilitar cambios urgentes en las políticas de salud, "como cerrar brechas de legislación en la regulación de productos nuevos y emergentes, al tiempo que mejoran y fortalecen las prohibiciones integrales de fumar en todos los Estados miembros de la UE".