Hasta un 30% de pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca tienen que reingresar el primer año

(I-D) El cardiólogo del Hospital Severo Ochoa en Leganés, Alberto Esteban; la enfermera del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Mónica Pérez; el secretario de CardioAlianza y paciente cardiovascular, Tomás Fajardo y la red
(I-D) El cardiólogo del Hospital Severo Ochoa en Leganés, Alberto Esteban; la enfermera del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Mónica Pérez; el secretario de CardioAlianza y paciente cardiovascular, Tomás Fajardo y la red - Fernando Sánchez - Europa Press
Publicado: jueves, 23 junio 2022 18:59

En España, se estima que entre el 1,5 y el 2 por ciento del presupuesto sanitario se destina al tratamiento de la IC

MADRID, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

Hasta el 30 por ciento de los pacientes ingresados por insuficiencia cardiaca (IC) tienen que volver a ingresar al primer año, según el doctor Alberto Esteban Fernández, cardiólogo del Hospital Severo Ochoa en Leganés (Madrid).

Así lo ha resaltado el experto durante el encuentro digital 'La insuficiencia cardiaca en España: un reto para el Sistema Nacional de Salud (SNS)', organizado por la compañía farmacéutica Bayer y con la colaboración de Europa Press.

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica y progresiva, asociada a múltiples ingresos, con los que la enfermedad empeora tras cada uno de ellos. En España, se estima que unas 800.000 personas sufren de IC.

Cada año, más de 100.000 hospitalizaciones en España son causa directa de la IC, con una estancia aproximada de 7 días en el hospital. Además, uno de cada cuatro pacientes reingresa a los 30 días tras un episodio de empeoramiento. La IC supone un deterioro progresivo de la salud y la calidad de vida del paciente, que se ve especialmente agravada por estos episodios.

En España, se estima que entre el 1,5-2 por ciento del presupuesto sanitario se destina al tratamiento de la IC. Los ingresos y reingresos representan tres cuartas partes del coste total de la IC y suponen el mayor riesgo de colapso hospitalario.

Por todo ello, Fernández ha señalado que el objetivo del abordaje de la insuficiencia cardiaca tiene que ser "evitar ese camino hacia adelante" de la enfermedad, que supone "una serie de caídas hasta el fallecimiento y con una calidad de vida muy mala".

Al respecto, ha recordado que "tener que ingresar tres o cuatro veces al año, con una duración de unos siete días, tiene un impacto económico y de calidad de vida, y se produce un pequeño empeoramiento en cada ingreso que habla de que la enfermedad avanza".

A este respecto, uno de cada cuatro pacientes reingresa a los 30 días tras un episodio de empeoramiento y se sabe que uno de cada cuatro morirá al año de una hospitalización por IC. De hecho, "hasta el 30 por ciento de los pacientes ingresados vuelven a ingresar en el período de un año", ha detallado el experto.

Fernández ha señalado que esta probabilidad es "muy alta", sobre todo si "no tienen seguimiento estrecho en las unidades de insuficiencia cardiaca y la optimización del tratamiento que frena un poco la progresión de la enfermedad".

Por todo ello, ha pedido que se incrementen los recursos para abordar esta enfermedad pero, al mismo tiempo, que se utilicen bien. "Podemos llegar a la paradoja de duplicar la plantilla y, aun así, no atender mejor al paciente", ha advertido.

Al hilo, ha esgrimido que esta enfermedad es un "proceso con muchos actores", como el médico de Atención Primaria, el nefrólogo, el internista o el cardiólogo. Pero ha defendido la importancia de las unidades de insuficiencia cardiaca para mejorar la atención.

"Hay que poner recursos pero con visión estratégica. Sabemos que cuando una unidad de insuficiencia cardiaca interviene la tasa de reingresos puede pasar del 5 por ciento a prácticamente cero. La enfermedad sigue avanzando pero hemos cambiado el retraso del progreso de la enfermedad. Eso se consigue con información al paciente, seguimiento estrecho, tratamientos... y todo eso es en torno a las unidades", ha reivindicado.

Igualmente, el experto ha pedido que los médicos también tienen que ser "gestores". "Queremos que nos escuchen más a nosotros. Sabemos y podemos demostrar que hay formas de hacer las cosas mejor y conocemos las necesidades de los pacientes. Por ejemplo, hay que ambulatorizar los procesos, hay que sacar la atención de los hospitales a la Atención Primaria y al domicilio. Hay que dar a cada paciente el sitio que necesita para su cuidado", ha resumido.

¿POR QUÉ REINGRESAN LOS PACIENTES?

Por su parte, Mónica Pérez Serrano, enfermera del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, ha argumentado que hay "muchas causas modificables" en la enfermedad que los pacientes deben conocer, más allá de que suela ir empeorando.

No obstante, "muchas veces los pacientes reingresan por malas adherencias terapéuticas, cambios de dieta, malos hábitos, a veces negación de la enfermedad...". "También muchas de las causas son por la progresión de la enfermedad, sobre todo en estadíos avanzados", ha puntualizado.

Así, considera "importante" empoderar a los hospitales de día, ya que el paciente se trata de manera precoz en el ámbito ambulatorio y lo percibe "menos agresivo que una hospitalización convencional". "Permite a enfermería buscar la causa, hacemos una mejora educacional con el paciente mucho mejor que en planta. Es importante que en los hospitales de día estén los cuidadores principales, lo que les permite compatibilizar mucho mejor el cuidado de los pacientes, que suelen ser mayores de 65 años", ha explicado.

Pérez Serrano cree que la Atención Primaria es "un ámbito fundamental" para los pacientes con insuficiencia cardiaca, ya que es una patología que no requiere siempre de visitas al hospital. "Antes de la pandemia, los médicos y enfermeros de AP estaban haciendo un seguimiento muy bueno y muy coordinado con las unidades de insuficiencia cardiaca para el seguimiento de estos pacientes", ha puesto en valor.

Como mejoras en el futuro en el abordaje de la insuficiencia cardiaca, la experta ha propuesto mejorar la comunicación directa entre Atención Primaria y hospitalaria, donde "AP ejerza su papel de seguimiento" y desde el hospital un rol de "abordaje ante el descompensado".

También ha instado a seguir utilizando la telemedicina, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la pandemia de COVID-19. "Utilizamos y elaboramos un protocolo para poder llamar a esos pacientes y ver cómo estaba el ajuste de su medicación. Ha llegado para quedarse. Es segura y tenemos un contacto directo con los pacientes sin tenerlos presencialmente en la consulta", ha remachado.

LA VOZ DE LOS PACIENTES

Tomás Fajardo Sarret, paciente cardiovascular y secretario de CardioAlianza, una asociación que agrupa a 16 organizaciones de pacientes con enfermedades cardiovasculares (ECV) en España, ha lamentado que la insuficiencia cardiaca es "una gran desconocida, incluso para los propios pacientes".

"Es una enfermedad cuyo mayor problema son los reingresos hospitalarios en urgencias porque los enfermos se descompensan. Esto supone una mala calidad de vida para los enfermos, mucha inseguridad, mucha angustia...", ha resaltado.

En este punto, ha recordado los datos de una encuesta realizada por CardioAlianza en marzo, con una muestra de más de 400 pacientes, en la que muchos de ellos han respondido que no tienen información suficiente sobre su enfermedad.

"Muchos salen del hospital sin saber qué hacer si tienen alguna descompensación, por ejemplo, no son pacientes empoderados. Un paciente no empoderado no tiene información sobre lo que le pasa y repercute mucho en su estado de ánimo y su calidad de vida", ha sostenido.

En cuanto a por qué les falta información, Fajardo Sarret ha afirmado que "es un conjunto de todo". "No reciben información del sistema pero también hay enfermos que quieren saber y otros que no, aunque cada vez son menos. De unos años a esta parte los enfermos queremos saber", ha indicado, a lo que ha aprovechado para reivindicar el papel de las asociaciones de pacientes, con el objetivo de que se tenga un "mayor conocimiento" del papel clave que tienen.