MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Entre el 16 y el 25 por ciento de las consultas de Aparato Digestivo están relacionadas con el síndrome del intestino irritable (SII), un trastorno que afecta a un entre el 6 y el 8 por ciento de la población, sobre todo mujeres de entre 20 y 40 años, según datos recopilados por el Grupo Español de Motilidad Digestiva (GEMD) que, junto a '#FFPaciente', un año más conmemoran el Día Nacional del Síndrome del Intestino Irritable.
"Por lo general, es una enfermedad que altera mucho la calidad de vida pues no debemos olvidar que es una causa frecuente de absentismo laboral, y que afecta a las relaciones sociales, físicas y familiares", ha asegurado la responsable de la Unidad de Trastornos Funcionales Digestivos del Hospital La Paz y miembro del GEMD, Silvia Gómez Senent.
Así, un estudio reciente publicado en 'The American Journal of Gastroenterology' ha confirmado que uno de cada cuatro pacientes con SII se ausenta en el trabajo y que la gravedad de los síntomas, la fatiga y los factores psicológicos influyen en la capacidad de los pacientes para estar presentes, activos y productivos en el trabajo.
Del mismo modo, otra investigación publicada en 'International Journal of Biological Sciences' ha puesto de manifiesto que los pacientes con SII tienen síntomas depresivos más frecuentes y graves que los pacientes sanos. "Las personas con SII tienen más ansiedad como consecuencia de los síntomas no controlados que afectan a su calidad de vida. Todo ello condiciona mucho su día a día, por eso es importante explicarles lo máximo posible en la primera consulta, resolver las dudas y, sobre todo, desmontar los mitos y bulos que existen sobre esta patología", ha comentado la experta.
De hecho, uno de los bulos más extendidos en torno al SII es que es una enfermedad con origen psicosomático o nervioso. En este sentido, la doctora ha comentado que aunque el estrés puede ser uno de los factores que influyan en la persona que sufre SII, no es el único, por lo tanto en el abordaje de esta patología no basta solo con reducir el nivel de estrés, sino que hay que prestar atención a otros factores.
Por ello, ha insistido en que lo mejor es acudir a un profesional experto que determine el origen del problema y el mejor tratamiento para disminuir los síntomas. "En el diagnóstico del SII no son necesarias tantas pruebas, pues con una buena historia clínica y una analítica sencilla, se puede diagnosticar. Aunque a veces, si tenemos que recurrir a otras pruebas, como las colonoscopias", ha recalcado Gómez Senent.
FALSAS CREENCIAS Y BULOS EN INTERNET
Por su parte, el presidente de '#FFPaciente', enfermero de SII, Pedro Soriano, ha comentado que los pacientes suelen ver condicionada su vida diaria, por lo que ha destacado la importancia de seguir el tratamiento y tener el apoyo "total" del equipo médico.
"Al igual que sucede con otras patologías crónicas, el SII es un trastorno muy buscado en Internet, por lo que es importante acudir a información debidamente contrastada y no fiarnos de todo. Algunas de las falsas creencias más extendidas tienen que ver con la alimentación", ha advertido.
Y es que, prosigue, se habla de que determinados alimentos o recetas pueden ayudar a aliviarte o incluso curar, si bien "lo único que vale" es que un profesional sanitario experto prescriba la mejor dieta a seguir en función del historial y los síntomas de cada uno.
"Por ello, lo fundamental es establecer una relación fluida y estrecha entre el médico y el paciente desde el principio, que permita hacer un seguimiento cercano de su enfermedad y escoger la mejor opción de tratamiento", explica, para asegurar que "el tratamiento no es complicado, sino que debe ser personalizado para poder disminuir los síntomas más prevalentes en cada caso: dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, etc. Además, exige una rutina para poder conseguir esa adherencia y mejorar la calidad de vida".
La doctora Gómez Senent coincide "en que el tratamiento debe ser individualizado, pues cada paciente tiene una historia clínica distinta y muchos de ellos tienen otras enfermedades asociadas. Por ello, además del tratamiento médico necesario, damos unas recomendaciones dietéticas, y en ocasiones pautas para gestionar el estrés".