MADRID 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
"Entre el 10 y el 25 por ciento de los casos de asma se agravan por factores relacionados con el trabajo", según ha explicado el doctor Julio Delgado, coordinador del Comité de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en el marco de la reunión sobre asma que se celebra en Madrid con la colaboración del laboratorio Chiesi y unos 250 asistentes.
Según este experto, se sabe que existen unos 400 agentes en el lugar de trabajo que causan asma, por lo que "es muy importante detectar a tiempo los nuevos agentes que causan o agravan el asma y en qué entornos se presentan, para poder llevar a cabo medidas preventivas en la población expuesta a este tipo de ambiente".
"Aunque el desarrollo de nuevos fármacos antiasmáticos ha mejorado su control, para el correcto tratamiento del asma ocupacional sigue siendo básico evitar el contacto con el agente que lo causa", asevera.
A pesar de que la prevalencia de asma relacionada con el trabajo no está claramente definida en España, sí que se conocen los factores con los que se ha relacionado. Según Delgado, "puede ser a partir de factores del paciente, como antecedentes de alergia o tabaquismo, o del propio ambiente laboral, ya que la presencia de altos niveles de potenciales agentes causales de asma ocupacional incrementa su incidencia y prevalencia".
Los derechos legales del paciente con asma ocupacional dependen de varias particularidades, según Delgado, quien precisa que "hay que diferenciar si se trata de un verdadero asma ocupacional o asma que se ha agravado en el trabajo". "En cualquier caso, el asma ocupacional correctamente diagnosticado es una enfermedad profesional y como tal debe ser valorada a efectos legales", aclara.
Ante un paciente que presenta síntomas de dificultad respiratoria en su ambiente laboral, "el primer paso es confirmar que se trata en realidad de asma, con la realización de pruebas de función pulmonar que demuestren la presencia de obstrucción reversible de la vía respiratoria".
"Una vez confirmada la presencia de asma, es necesario relacionarla con la ocupación del paciente, demostrando que un determinado agente presente en su medio laboral es la causa de la sintomatología", explica.
"Para ello se realizan pruebas diagnósticas específicas, tanto cutáneas o serológicas como de función pulmonar. En cualquier caso, el mayor reto es la realización de un diagnóstico etiológico precoz, que evite la aparición de lesiones irreversibles en estos pacientes", agrega.
Aunque la historia clínica es "esencial para la sospecha diagnóstica del asma ocupacional", el diagnóstico no debe basarse exclusivamente en ella, ya que debe confirmarse "mediante pruebas de diagnóstico etiológico específico --como las pruebas alérgicas-- y con pruebas de función pulmonar, que pueden realizarse en el mismo lugar de trabajo o bien reproduciendo las condiciones laborales en el laboratorio", concluye.