MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -
Se estima que el 25 por ciento de las mujeres y el 20 por ciento de los hombres se ven afectados por el síndrome de la vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria, pero no son diagnosticados porque sienten vergüenza al acudir al especialista, según han destacado Joana Bauza Plomer, de la Residencia Santa Domingo (Madrid), y Jeronia Llabres Moranta, del Hospital de Manacor (Islas Baleares), en su ponencia durante el XXX Congreso Nacional de Técnicas en Cuidados de Enfermería y Técnicos en Emergencias Sanitarias, que se ha celebrado en Bilbao entre el 29 y 31 de mayo.
Este trastorno afecta aproximadamente a 60 millones de personas en países industrializados, lo que se traduce en un 12-22 por ciento de la población española. Entre las causas de este trastorno se encuentran las anomalías congénitas del tracto urinario inferior, la debilidad de los músculos pélvicos o la presencia de nervios dañados. Asimismo, los escapes se pueden dar cuando la medicación o el alcohol afectan a estos nervios, por una infección, por exceso de peso o por sedentarismo.
En este sentido, existen diferentes tratamientos para paliar esta afección, pero la más conocida es la terapia de neuromodulación de raíces sacras, que ayuda al paciente a recuperar el control de su vejiga. Estas alternativas fueron tratadas por M. Ángeles Alcalde Franco, M. del Carmen Martín Abarca, Marta Valencia Villanueva y Virginia Prieto Bustos, del Hospital Universitario de Basurto (Vizcaya).
Así, destacaron el uso de la toxina botulínica que ayuda a paralizar el músculo detrusor, deteniendo las contracciones que causan la urgencia. Además, han explicado que ayuda a inhibir las neuronas sensitivas que informan del llenado y aumentan la capacidad de la vejiga. Este fármaco presenta una duración de entre 6 y 9 meses, por lo que posteriormente habrá que repetir las inyecciones.
EXTROFIA VESICAL EN ADOLESCENTES
Por su parte, Jorge Páez de la Mata y Eva Domínguez Mira, del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid), han centrado su intervención en enseñar a cuidar a las personas afectadas por extrofia vesical, una de las patologías más graves de la vejiga, con el objetivo de dar visibilidad a esta patología poco común. En España esta enfermedad presenta una prevalencia de 1 por cada 35.000 recién nacidos, siendo hasta 5 veces más frecuente en varones.
La transición de estos pacientes a la adolescencia es difícil, ya que emocionalmente no se encuentran estables y abandonan muchos de los cuidados. Asimismo, el cambio de especialista supone la pérdida de confianza. Por ello, los familiares y afectados demandan la presencia de psicólogos especializados.
Esta afección influye también en las relaciones sexuales de los varones, que presentan temor por la forma encorvada y corta del pene. Este es principalmente el motivo de inseguridad en este aspecto aunque la función sexual y libido de estos pacientes son normales, pero el riesgo de infertilidad es mayor en hombres, al igual que la eyaculación retrograda.
En las mujeres no suele presentar tantos problemas, no obstante, antes de mantener relaciones sexuales es importante hacer vaciado de la vejiga en ambos sexos. Si se presentase alguna infección se recomienda realizar una profilaxis antibiótica, pautado por su doctor.