El tiempo y la autoestima, claves para diferenciar el duelo de la depresión
VALÈNCIA, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
Entre un 10 y un 15 por ciento de las personas en duelo no se recuperan, pueden presentar alguna dificultad en el proceso y se encuentran en lo que se denomina duelo "complicado", según la especialista en Psicología de Quirónsalud Torrevieja Nuria Javaloyes, quien ha explicado que es "más común que el doliente sufra estos problemas cuando tiene antecedentes de ansiedad o depresión, muertes violentas o muy traumáticas, o cuando la pérdida es de un hijo o del cónyuge con una gran vinculación afectiva".
Según la especialista, "cuando la vida nos trae de cerca la muerte, nos encontramos sin recursos, sin conocimiento de lo que es el duelo, y de lo que es normal o esperable sentir". Este desconocimiento hace que se reaccione "de forma intuitiva y, aunque estemos cargados de buenas intenciones, las ideas más comunes de cómo afrontar un duelo pueden incluso aumentar la sensación de soledad y sufrimiento del afectado".
Asimismo, ha destacado que el duelo es un proceso individual y ha advertido de que se no se debe marcar "tiempos absurdos en los que la persona ya debería estar mejor". De hecho, según señala, "frases tan extendidas como tienes que ser fuerte o el tiempo lo cura todo, sabemos que no solo no ayudan, sino que además orientan al doliente hacia un camino que no es el saludable".
Según Marina Sangonzalo, especialista en psicología del Hospital Quirónsalud Valencia, "entender la tristeza como algo natural y consustancial con la muerte permite aflorar las lágrimas propias y las ajenas". Una vez aceptadas la ira y la tristeza, vendrán la nostalgia y la añoranza, acompañadas de la certeza de que no volveremos a ver a la persona amada.
"Ese será el momento en el que tenemos que buscar en nuestra memoria los mejores recuerdos, las más entrañables vivencias", explica la psicóloga. Según los expertos, finalizar esa conversación pendiente sobre sentimientos que nunca llegaron a ser expresados, o simplemente evocar los buenos momentos, "hará que aflore nuestra sonrisa".
SINTOMATOLOGÍA SIMILAR
Asimismo, alertan de que el duelo y la depresión son dos situaciones diferentes que requieren tratamientos distintos. Pero normalmente incluso los profesionales sanitarios tienen dificultades para saber cuándo un proceso de duelo es normal y cuándo no. Esto se debe a que la sintomatología de las dos situaciones es muy similar: tristeza intensa, pérdida de ilusión, pérdida de motivación, llanto constante, necesidad de aislamiento, entre otras.
La clave para diferenciarlos está en dos elementos: el tiempo y la autoestima. Al inicio de un proceso normal el doliente suele desear irse con él o con ella y puede pensar que la vida no tiene sentido. Pero al ir superando tareas imprescindibles y las diferentes etapas del duelo, esa idea "se va mitigando y la persona puede llegar a percibir que hay vida más allá del difunto".
Por el contrario, "en un duelo complicado el doliente no avanza en estas tareas ni camina por estas fases, sino que más bien se afianza en la pérdida de sentido de la vida si esa persona no está", destaca Javaloyes. En este caso, la ayuda de un especialista es "fundamental para poder discernir entre una u otra situación, sobre todo en aquellas personas que presentan los factores de riesgo antes mencionados".