MADRID, 30 May. (EDIZIONES) -
Un bebé normal y sano llora a veces mucho. El llanto del bebé sano sigue una curva que comienza a las 2 semanas de vida, y tiene un pico en torno a los 2-3 meses, y disminuye a partir de los 4-5 meses de edad. En los niños prematuros esta curva suele ajustarse a su edad corregida.
Es lo que se conoce como 'período del llanto inconsolable', o en ocasiones 'cólicos del lactante'. Se caracteriza porque es un llanto difícilmente consolable, el bebé pone cara de dolor, y suele ocurrir en las horas de la tarde y de la noche. Puede llegar a durar más de 5 ó 6 horas al día.
"Este llanto es normal y no siempre indica que exista una necesidad o dolor. Habitualmente no hay que atribuirlo a alergias alimentarias, ni a otras enfermedades. Tampoco significa que seamos malos padres, ni debe ser motivo para retirar la lactancia materna con la idea errónea de que el niño se queda con hambre, o no le sienta bien la leche materna", según afirma una campaña contra el síndrome del niño zarandeado puesta en marcha por el Hospital 12 de Octubre de Madrid, con el objetivo de reducir al máximo este tipo de lesiones-maltrato, originados generalmente por la desesperación de los padres ante un llanto inconsolable del más pequeño, por el que le zarandean.
Así, asegura que si el bebé come bien, moja varios pañales al día, crece y gana peso adecuadamente, no vomita en exceso, no presenta diarrea ni sangre en las heces, no tiene fiebre, y tiene entre 15 días y 6 meses de edad, lo más probable es que esté dentro del período del 'llanto inconsolable'. No obstante, dice que debe acudir al pediatra si le preocupa el llanto, o no sabe cómo consolarle.
LA IMPORTANCIA DE COGERLE EN BRAZOS
Actualmente, indica a su vez que se sabe que el llanto se puede prevenir manteniendo al niño en contacto permanente con su madre o cuidador. Por ello, se recomienda responder precozmente al llanto, coger al bebé mucho en brazos, y ponerlo al pecho frecuentemente para calmarle.
"Esta medida es más eficaz que cualquier otra intervención, y no malcría al niño. Cuando usted coge a su hijo en brazos el niño aprende a sentirse seguro, a identificar su olor y el tono de su voz. Igualmente, puede portear a su hijo utilizando diferentes pañuelos o fulares portabebés o mochilas, siempre que los utilice de forma segura. Coger al bebé en brazos cuando no está llorando le ayudará a que se calme antes cuando comience a llorar", señala la campaña del Hospital 12 de Octubre.
No obstante, indica que no existe ninguna técnica milagrosa y lo que funciona en una ocasión puede que no le funcione siempre. "Algunos padres recogen en una lista diferentes actividades para calmar al niño, pasar de una actividad a otra y pensar que aún les queda algo que intentar les ayuda a manejar mejor su estrés. Es importante que tengan en mente que este período de 'llanto inconsolable' es transitorio y tiene un fin", añade.
Si a pesar de intentar calmar a su bebé de diferentes formas, éste continúa llorando inconsolablemente, "no significa que usted lo esté haciendo mal, ni que su bebé esté enfermo, sino que ésta es la forma habitual en la que los bebés lloran en los primeros meses de vida".
"Ni usted ni su hijo tienen la culpa", asegura. Si el llanto del bebé pone muy nervioso a uno de los padres es preferible que intente calmarlo aquél que esté más relajado, aconseja. Si está usted solo y comienza a sentirse frustrado es preferible que deje al niño boca arriba en su cuna, asegurarse de que tiene todas sus necesidades cubiertas (no tiene hambre, frío ni calor, y tiene el pañal limpio), y dejarlo solo en su habitación mientras usted toma un respiro y se calma, vigilando cada 10-15 minutos que el niño continúa bien.
"El llanto no daña a su bebé, y es posible que consiga calmarse solo y deje de llorar por sí mismo. Es normal que este tipo de llanto le produzca frustración y le genere rabia e impotencia, es una respuesta emocional normal. Lo importante es que usted no responda violentamente ante ese sentimiento zarandeando a su bebé para que se calle. Sacudir al bebé no solo empeorará la situación, sino que puede lesionarle gravemente", advierte.
Por ello, la unidad de Neurología infantil y de Neuropsicología Infantil del Hospital Universitario 12 de Octubre han elaborado una lista con 13 recomendaciones para calmar al bebé en este tipo de casos:
1.- Lo más importante: permanecer tranquilo. Transmítale su tranquilidad al niño. No pierda la calma y nunca zarandear al bebé.
2.- Cogerlo en brazos pronto, no espere a que el llanto vaya a más.
3.- Ponerle al pecho. Si no toma pecho ofrecerle un chupete o un dedo para que lo succione.
4.- Asegurarse de que sus necesidades están satisfechas: no tiene hambre, frío ni calor y tiene el pañal limpio.
5.- Comprobar si presenta algún signo de estar enfermo, como fiebre o mal color.
6.- Acercárselo al pecho, mejor "piel con piel" (el pecho de usted y su bebé desnudos). Hablarle dulcemente, cantarle, o respirar lenta, profunda y tranquilamente.
7.- Pasearse con él en brazos. Puede probar diferentes posturas: echarle sobre el hombro, ponerle boca abajo con una mano sobre la tripa, envolverle con un pañuelo portabebés o mochila.
8.- Darle un baño relajante.
9.- Sacarlo de paseo, ya sea en su cochecito, o en el coche familiar (colocándolo siempre en una silla de seguridad adecuada).
10.- Escuchar zumbidos como el ruido de una aspiradora, un secador, una bañera llenándose de agua o un CD de ruido blanco.
11.- Llamar a un amigo o familiar para que cuide del bebé mientras usted se toma un respiro.
12.- Si ninguna de estas recomendaciones funciona ( y la recomendación más importante para prevenir zarandear a un bebé) coloque al bebé en la cuna boca arriba y, si es preciso cerrar la puerta de su habitación para no escuchar el llanto hágalo. Volver a ver cómo esta el bebé cada 5-10 minutos para comprobar que continúa bien.
13.- Lleve al niño al pediatra si nada parecer ayudarle y no deja de llorar, por si alguna razón médica pudiera explicar su inquietud.