MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El asma infantil es una enfermedad respiratoria crónica que afecta al 10 por ciento de la población pediátrica en España, según la red española de grupos de Asma en pediatría (regAP).
El médico de Cinfa, Julio Maset, asegura que esta patología respiratoria constituye "uno de los principales motivos de absentismo escolar y también puede reducir de manera muy significativa la calidad de vida de los pacientes y sus familiares".
La causa del asma infantil es multifactorial y puede manifestarse ya en el primer año de vida, a lo largo de la infancia o, en algunos casos, ya en la edad adulta. Según explica el doctor Maset, esta enfermedad resulta de la interacción de factores genéticos y ambientales y se produce cuando la exposición a ciertas sustancias provoca una respuesta inmune que lleva a la inflamación de los bronquios y al engrosamiento de su pared interior, por lo que se estrechan y pueden llegar a obstruirse.
Esta inflamación provoca sensación de ahogo y problemas para respirar que, en casos graves, ponen en riesgo vital a la persona afectada. Otros síntomas son tos, pitos o silbidos en el pecho al respirar y la secreción de un moco viscoso y espeso, difícil de expulsar.
Las sustancias o circunstancias que pueden desencadenar esta dolencia respiratoria son variadas. Cualquier tipo de alérgeno puede provocar una crisis como el polen, los ácaros, el pelo de los animales o algunos alimentos o medicamentos. También puede desencadenarla el humo del tabaco, la contaminación del aire, los olores intensos, infecciones respiratorias, alteraciones atmosféricas como una ráfaga repentina de aire frío, la práctica de actividad física y las emociones intensas.
CLAVES PARA CONTROLAR EL ASMA INFANTIL
"Si bien esta es una enfermedad crónica que no tiene cura, los padres pueden llegar a controlar los síntomas para que disfrute de una calidad de vida similar a la de quien no tiene este problema", asegura el doctor Maset.
En este sentido, una vez se conocen los alérgenos que pueden desencadenar el asma, debe controlarse la exposición a estos e implantar medidas de control ambiental que impidan, en la medida de lo posible, que el menor respire sustancias que irriten sus bronquios.
También se suele instaurar un tratamiento farmacológico que, normalmente, se toma mediante inhaladores. En algunos casos -nunca en menores de cinco años-, pueden administrarse paralelamente tratamientos que contengan el alérgeno responsable para 'desensibilizar' al niño, en un proceso que se conoce como inmunoterapia.
Entre las principales recomendaciones para mantener bajo control el asma infantil se encuentran: dar la medicación de la manera indicada por el pediatra, enseñar a los niños a usar correctamente el inhalador, consultar al pediatra antes de dar otros fármacos, aprender a reconocer una crisis asmática con los consejos del pediatra, introducir en el día a día ejercicios respiratorios, evitar los alérgenos, no fumar en presencia de los asmáticos y hacer deporte con precaución, entre otros.
