MADRID 7 Sep. (EDIZIONES) -
La obesidad, así como un estilo de vida poco saludable, caracterizado por el sedentarismo o el consumo de alcohol y tabaco, constituye un obstáculo para tener una salud sexual masculina plena.
Así lo advierten los expertos de Boston Medical Group que, con motivo del Día Mundial de la Salud Sexual que se celebra ha celebrado esta semana, ha elaborado un Decálogo de Enemigos de la Salud Sexual Masculina para concienciar sobre la importancia de seguir unos hábitos que faciliten la erección y garanticen una salud sexual plena.
1. Dieta poco saludable: las dietas ricas en grasas y azúcar, además de favorecer patologías como la obesidad y la hipertensión, disminuyen la energía en el hombre, lo que afecta a la circulación sanguínea y, por tanto, a la salud sexual masculina.
2. Obesidad: el exceso de peso y la obesidad están relacionados con trastornos metabólicos que desembocan en patologías vinculadas con la disfunción eréctil, como la diabetes o la hipertensión.
3. Diabetes: los niveles altos de glucosa afectan a la circulación de la sangre y pueden producir daños en los vasos sanguíneos y por tanto dificultar la erección. En muchas ocasiones, la dificultad para alcanzar la erección o mantenerla durante las relaciones sexuales es el primer síntoma de la diabetes.
4. Hipertensión: al fluir menos sangre por la obstrucción de las arterias, la cantidad que llega al pene es menor, lo que dificulta a la salud sexual masculina.
5. Colesterol: los niveles de colesterol alto colapsan las arterias y, como consecuencia, llega menos sangre al pene y es más difícil conseguir y mantener una erección.
6. Apnea del sueño: al haber una interrupción de la respiración, el nivel de oxígeno en sangre se reduce, afectando a los vasos sanguíneos. Igualmente, los hombres con apneas suelen tener un agotamiento físico y mental que afecta de manera negativa a las relaciones sexuales.
7. Tóxicos: el consumo de tóxicos como el alcohol, el tabaco y otras drogas, afecta al sistema nervioso, implicado tanto en el deseo sexual como en el propio placer.
8. Estrés: la ansiedad y el estrés disminuyen la libido e impiden al hombre concentrarse en la relación sexual, lo que le dificulta conseguir o mantener una erección.
9. Depresión: aparte de que el estado de ánimo es fundamental para tener una salud sexual plena, el consumo de fármacos antidepresivos puede afectar a la función sexual, pues afecta a los niveles de serotonina, imprescindible para unas relaciones sexuales satisfactorias.
10. Miedo o vergüenza: muchos hombres pueden sentir miedo a no dar placer a la pareja, a eyacular pronto o por un complejo físico, lo que puede desembocar en una pérdida de placer sexual o dificultad para mantener la erección. Además, la vergüenza por no responder de manera adecuada, tras un fallo previo, puede empeorar el problema.