10 consejos para cuidar de nuestra voz y evitar el desarrollo de nódulos

Archivo - Mujer con dolor de garganta. Falta de voz.
Archivo - Mujer con dolor de garganta. Falta de voz. - T TUROVSKA/ ISTOCK - Archivo
Actualizado: viernes, 23 diciembre 2022 13:09

   MADRID, 23 Dic. (EDIZIONES) -

   No solemos prestar mucha atención a la voz. Solo cuando algo va mal y ya es algo tarde y no hay que olvida que, a veces, los problemas de voz son graves. Esa preocupación por la misma ni siquiera existe en muchas personas cuando es fundamental para su profesión. Hoy en día no existe la preocupación por hablar correctamente y tener una técnica buena. Ahora bien, esto no quiere decir que tengamos que tener la técnica de un cantante lírico.

   "Nos ayudaría mucho conocer los elementos negativos para la voz para evitarlo y aprender elementos muy básicos relacionados con la postura, con la respiración, o con la resonancia, para generar gestos automatizados o hábitos fonatorios correctos, y emitir una voz más eficaz y evitar lesiones como los nódulos, pólipos, edema, o simplemente trastornos funcionales como la disfonóa por tensión muscular, que son muy frecuentes; mucho más que los nódulos", según explica a Infosalus el doctor Secundino Fernández González, especialista en Otorrinolaringología y director del Laboratorio de Voz y fisiopatología laríngea de la Clínica Universidad de Navarra.

   Así, indica que nuestra voz se puede dañar por un mal uso o por abuso: "Muchas personas no tienen una técnica fonatoria correcta, y en ella pueden existir alteraciones posturales, respiratorias, fonatorias, etc. Cuando necesitan utilizar su voz las estructuras que intervienen en la producción de la misma sufren una sobrecarga y pueden desarrollar lesiones".

   Dice que es igualmente frecuente que muchas personas fuercen la voz porque hablan con volúmenes elevados, o bien hablan muy rápido, o muchas horas a lo largo del día, al mismo tiempo que en algunas ocasiones se ven obligados a forzar su voz para hacerse oír en ambientes ruidosos o desfavorables para la transmisión del sonido.

   "Con frecuencia se asocian los problemas de abuso y mal uso de la voz", zanja este experto, al mismo tiempo que avisa de que, aparte de estos traumatismos de naturaleza mecánica, existen otros de naturaleza química que irritan la faringolaringe por elementos del humo del tabaco o de otros humos, por el alcohol, por el contenido ácido o no ácido del estómago, productos químicos volátiles (pinturas, disolventes, barnices, productos de limpieza, etc.)", alerta el doctor Fernández.

   A su vez, señala que los ambientes secos también son negativos para la voz, al tiempo que recuerda que la edad también supone una atrofia de los distintos componentes del aparato fonador que conlleva trastornos en la voz.

NÓDULOS Y PÓLIPOS FRUTO DEL TRAUMA CRÓNICO

   Recuerda aquí el facultativo de la Clínica Universidad de Navarra que los nódulos se producen como consecuencia del trauma crónico de las cuerdas vocales entre sí ya que, para producir la voz es preciso que el epitelio de las cuerdas vocales contacte entre sí, en toda su longitud.

   "Si la técnica es correcta, la fuerza de contacto entre las cuerdas es la adecuada y no se produce ningún tipo de lesión en la superficie de las cuerdas. Pero si se fuerza la voz, la fuerza de contacto es elevada y, además, se dan otros elementos como puede ser la disminución del lubricante, la irritación química, etc, en el epitelio de la cuerda aparecen fenómeno inflamatorios, engrosamiento de las diferentes capas celulares, retención de líquido etc., que es lo que constituye el nódulo. Habitualmente los nódulo se localizan en la región de las cuerdas vocales donde se concentra la fuerza de contacto entre las mismas que suele ser el tercio medio y tienen una forma redondeada", agrega.

   Con ello, este especialista en Otorrinolaringología subraya que unas cuerdas vocales con nódulos emiten una voz ineficiente, rasposa, con aire, o de una frecuencia mas baja: "La producción de la voz se dificulta, nos cansamos, nos vemos obligados a forzar más para hacernos oír, no podemos cantar. Puede producir incluso dolor por la contracción mantenida de la musculatura del cuello".

   Concretamente especifica que los nódulos y los pólipos son lesiones que se asientan en el espacio de la lámina propia superficial de la cuerda vocal y ambas son lesiones exudativas. "Aunque desde el punto de vista histológico muchas veces son parecidas, en realidad son lesiones diferentes", apunta.

   Precisa que los nódulos suelen ser bilaterales, aparecen en las dos cuerdas vocales en la unión del tercio medio con el tercio anterior, y son la consecuencia de un traumatismo vocal crónico, pueden ser mas o menos fibrosos o edematosos y son casi exclusivos de mujeres (jóvenes) y niños.

   Mientras, reseña que los pólipos suelen ser lesiones unilaterales, muchas veces pediculadas, y que se forman con frecuencia a partir de un trauma que conlleva la formación de un hematoma. Sostiene que se ven tanto en hombres, como en las mujeres.

   "Los nódulos habitualmente producen una disfonía, que se caracteriza por que la voz tiene componente aéreo, una frecuencia más baja, menor rango de frecuencias, menor intensidad, más ruido, conlleva menor tiempo de fonación, cansancio, dificultad o imposibilidad para el canto. La intensidad de los sintamos dependerá del tamaño de los nódulos", aclara el doctor Fernández.

CONSEJOS PARA PREVENIRLOS

   Así con todo, el director del Laboratorio de Voz y fisiopatología laríngea de la Clínica Universidad de Navarra aporta las siguientes medidas que se aconsejan para cuidar la voz y que se expresan de manera resumida en el decálogo que presenta la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL):

   1.-No hablar en ambientes ruidosos.

   2.-No fumar.

   3.-No chillar ni hablar gritando. Debemos acomodar nuestro uso de la voz a nuestras posibilidades reales y conocer las posibilidades de nuestro aparato fonador para saber hasta dónde se puede llegar sin realizar esfuerzo. Descansar la voz haciendo periodos de 15-20 minutos de silencios dos o tres veces al día, limitar el uso del teléfono, entre otras medidas; no se debe hablar más de 4 horas seguidas ni cantar más de 2 horas.

   4.-Vocalizar y respirar bien.

   5.- Hidratarse correctamente: beber unos dos litros de agua diarios para que la mucosa que recubre a las cuerdas vocales este bien hidratada.

   6.-Descansar de forma adecuada.

   7.- No utilizar el aire pulmonar residual al hablar. Nunca se debe hablar con el resto final de aire y sentir sensación de ahogo.

   8.-Evitar los irritantes laríngeos como el humo y las áreas polvorientas, y también, hablar en ambientes muy secos.

   9.-No carraspear.

   10.- Realizar controles periódicos de la voz, con el otorrinolaringólogo, y consultar

   siempre que una disfonía se mantenga más de 15 días.

   El doctor Secundino Fernández González refiere igualmente que los nódulos se diagnostican mediante una exploración (laringoscópica) de las cuerdas vocales, habitualmente mediante un endoscopio flexible o rígido en la consulta del otorrinolaringólogo. "Es una exploración bien tolerada y muy fiable", asegura.

   Sobre el tratamiento de los mismos, este otorrinolaringólogo resalta que se debe dirigir en primer lugar a corregir la causa de los mismos, evitar los mecanismos que suponen una sobrecarga o irritación para las cuerdas vocales, y sustituirlos por otros que no conlleven ese sobreesfuerzo, además de procurar desarrollar una técnica fonatoria correcta que permita hablar lo que sea necesario y en cualquier ámbito, sin riesgo de lesiones ni cansancio.

   En última instancia, y en el largo plazo, este experto mantiene que los nódulos pueden afectar a la calidad de vida del paciente, a si capacidad de comunicación o vida de relación, y puede influir negativamente en la profesión, sobre todo en los casos en los que la voz es también una herramienta de trabajo.

   "A nivel de las cuerdas vocales los nódulos y, el patrón fonatorio alterado que los ocasiona, pueden conllevar que aparezcan otras lesiones en la cuerda vocal como pequeñas varicosidades, edema de cuerdas vocales, más o menos importante, lesiones polipoideas y leucoplasias", sentencia el doctor Fernández.