El 10 por ciento de los niños y el 20 por ciento de los adolescentes tiene problemas psiquiátricos

Actualizado: lunes, 9 enero 2006 19:03

El cambio en la estructura familiar, los valores y la educación favorecen los problemas en este colectivo

MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) -

El 10 por ciento de los niños y el 20 por ciento de los adolescentes tiene algún tipo de problema psiquiátrico, según los datos que maneja María Jesús Mardomingo, jefa de Psiquiatría Infantil del Hospital Gregorio Marañón, de Madrid. Los expertos atribuyen en parte estas cifras al cambio en la estructura familiar, la educación y los valores.

Aunque en la aparición de un trastorno psiquiátrico influyen múltiples factores, entre ellos la genética, el ambiente en que se desarrolla un niño es fundamental para que éste aparezca. La doctora Mardomingo subraya que si el niño crece en una familia conflictiva, con falta de comunicación y en la que la violencia es el modo de conseguir cosas, lo más probable es que desarrolle una patología psicosocial.

El doctor Carlos Marina López, presidente de Honor de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, da una vuelta más de tuerca y sostiene que las características de la sociedad actual, los fallos educativos en la población infanto-juvenil y la falta de protección adecuada en las familias han provocado un aumento en las patologías psiquiátricas en este grupo de población. Marina también apunta a los fuertes enfrentamientos o discordias en las familias como generadores de problemas en los niños.

Y es que el cambio en el modelo de familia, con la incorporación de la mujer al mercado laboral, ha acarreado beneficios y problemas. Según explica Mardomingo, la independencia económica de la mujer ha traído una disminución del maltrato en la familia y una mejor imagen de la mujer, lo que revierte positivamente en los hijos. Sin embargo, a la vez se tiene menos tiempo para ellos, hay menos comunicación y se tiende a ser muy permisivos con los chicos para compensar el poco tiempo que se pasa con ellos.

Esta experta subraya que aunque la calidad del tiempo es fundamental, también lo es la cantidad. En su opinión, "lo ideal" es que cuando los niños salgan del colegio por la tarde uno de los dos progenitores esté en casa.

RABIETAS Y CONDUCTAS AGRESIVAS

En los últimos años se ha observado un aumento de las patologías psiquiátricas entre niños y adolescentes, fundamentalmente depresión, ansiedad y trastornos del comportamiento. Entre los niños más pequeños, la primera infancia y los años preescolares, se pueden detectar problemas de conducta como el rechazo a la comida, las alteraciones de sueño, desobediencia, rabietas o conductas agresivas.

Entre los cinco y los diez años los problemas a seguir y tratar son enuresis nocturna, encopresis (pérdida involuntaria de heces por causa no orgánica), dolor abdominal recidivante, tics, hiperactividad con déficit de atención, conducta antisocial y cuadros de ansiedad y bajo rendimiento escolar por problemas de aprendizaje.

Según relata el doctor Marina, durante la adolescencia los cuadros más frecuentes son los trastornos de conducta alimentaria, el consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias adictivas y la depresión del adolescente. A estos hay que sumar adicciones que vienen de la mano de la aparición de una gran oferta de aparatos electrónicos. El uso descontrolado de estos aparatos puede ser una forma de manifestar sus propias ansiedades y conflictos internos.

La doctora Mardomingo explica que las señales que pueden hablar de problemas en el niño o adolescente son un cambio en el carácter sin motivo que lo explique. En el caso de los niños pequeños sería un indicador si ya no están contentos, o no juegan, o no comen o duermen bien. En los adolescentes hay que mirar un cambio en la comunicación con los padres, que no quieran comer o que tengan una inseguridad excesiva. Los expertos sostienen que con intervención médica, la mayoría de los casos se resuelven con éxito, aunque como en todos los problemas médicos, el diagnóstico y tratamiento temprano es fundamental.