MADRID 19 May. (EUROPA PRESS) -
El 10 por ciento de los cánceres son hereditarios y la mitad se transmiten a los descendientes, según ha destacado la oncóloga médica de la Unidad de Cáncer Familiar del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Carmen Guillén Ponce, con motivo de la 'I Jornada de Cáncer Heredo-Familiar: Tumores Digestivos Hereditarios', celebrada este jueves en el citado centro.
"El cáncer hereditario es aquel que está causado por la alteración de un gen, que predispone al sujeto a padecerlo", explica Guillén Ponce, quien detalla que el porcentaje de este tipo de cánceres podría ser mayor, ya que, en muchos casos, se desconoce exactamente la alteración, pero se sospecha que puede haberla.
Así, este porcentaje podría alcanzar cifras del 40 por ciento si se tiene en cuenta el caso de las agrupaciones familiares, en las que un tipo de tumor está muy presente en una familia, pero se desconoce la genética que puede estar provocando este proceso. "Aproximadamente hay un 30 por ciento agrupaciones familiares en las que no se ha identificado claramente un síndrome o predisposición genética", asegura la oncóloga en declaraciones a Europa Press.
Entre los cánceres hereditarios más frecuentes Guillén Ponce destaca el síndrome de mama y ovario hereditario y el cáncer colorrectal no polipósico que, en su opinión, son una extensión de los índices de prevalencia del cáncer en general, ya que se trata de "dos tumores muy frecuentes en la población general".
Respecto a la probabilidad de desarrollar un cáncer hereditario, Guillén Ponce explica que "depende de la mutación", pero una vez presente la alteración genética, en general, la probabilidad es "alta". Por ejemplo, en el caso de la poliposis adenomatosa familiar la probabilidad es "prácticamente del cien por cien", mientras que en el síndrome de Lynch el riesgo baja a cotas de entre "el 70 y el 80 por ciento de los casos".
Además, en aquellos pacientes que presentan un síndrome, las probabilidades aumentan significativamente, ya que "no sólo tienen riesgo de desarrollar un único tipo, sino que pueden desarrollar todo un espectro de tumores, con lo que la probabilidad se sitúa en torno al 80 por ciento de riesgo de desarrollar un tumor a lo largo de la vida".
Entre los cánceres hereditarios de tratamiento más complejo, la oncóloga del Hospital Ramón y Cajal, destaca el caso del cáncer gástrico difuso hereditario, en el que, por su alta agresividad y aparición diseminada, "en muchos casos se tiene que recurrir a la cirugía profiláctica como método preventivo".
UNA VÍA DE AVANCE Y DESARROLLO DE DIANAS TERAPÉUTICAS
Aún así, pese a estos datos, Guillén Ponce llama la atención sobre la importancia clínica y social que tiene reconocer la base molecular de estos cánceres, ya que "abre la puerta a nuevas investigaciones para el cáncer y facilita el desarrollo de fármacos dirigidos".
"Conocer la biología de los tumores ayuda a avanzar en Oncología y permite progresar en el tratamiento del cáncer en general y también en el tratamiento particular de estos tipos de tumores en los que se conoce la alteración", indica.
En este sentido, la experta hace hincapié en la necesidad de enfocar la investigación y el abordaje de estos pacientes "desde un punto de vista multidisciplinar", ya que en este proceso están implicados biólogos, patólogos, epidemiólogos, oncólogos y todo los profesionales sanitarios que tratan tangencialmente a estos pacientes.
"Con este sentido de unidad es con el que se ha celebrado esta jornada que acoge a profesionales de todas las áreas", asegura Guillén Ponce, que también es coordinadora de la organización de este evento científico.
Asimismo, y bajo el paraguas de esta idea unitaria, la experta hace referencia a la importancia de poner en marcha iniciativas globales como el registro nacional de pacientes afectados por cáncer de páncreas hereditario.
Esta iniciativa, encabezada por el Hospital Ramón y Cajal y el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), aglutinará datos sobre agrupaciones familiares, con dos o más casos de afectación. El objetivo es "analizar la incidencia real y obtener datos genéticos moleculares, que permitan abrir vías de investigación para un cáncer que, en muchos casos, se diagnóstica tarde".