MADRID, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El consumo de legumbres, apartadas de la dieta habitual durante muchos años al considerarse un alimento barato y quizá demasiado calórico, se considera ya una de las mejores opciones para tener una dieta sana y equilibrada.
Ahora, un nuevo estudio ha revelado que comer habitualmente una taza de alubias al día puede ofrecer beneficios medibles para la salud cardiaca y metabólica y reducir así el riesgo de enfermedades crónicas.
El estudio de 12 semanas de duración realizado en 72 personas con prediabetes mostró una asociación entre el consumo de garbanzos y la mejora de los niveles de colesterol, mientras que el consumo de alubias negras se relacionó con la reducción de la inflamación.
"Las personas con prediabetes suelen presentar un metabolismo deficiente de los lípidos y una inflamación crónica de bajo grado, factores que pueden contribuir al desarrollo de enfermedades como las cardiopatías y la diabetes de tipo 2 --explica Morganne Smith, doctoranda del Instituto de Tecnología de Illinois--. Nuestro estudio descubrió que el consumo de alubias ayudaba a reducir significativamente el colesterol y la inflamación en personas con prediabetes, aunque no se modificaban los niveles de glucosa".
Las alubias negras y los garbanzos se consumen habitualmente, pero a menudo se pasan por alto en estudios detallados sobre su impacto en el colesterol y la inflamación entre las personas con riesgo de padecer cardiopatías o diabetes. El nuevo estudio forma parte de un proyecto más amplio que explora cómo el consumo de alubias negras y garbanzos afecta a la inflamación y a la respuesta a la insulina a través de la actividad del microbioma intestinal.
"Nuestro estudio demostró los beneficios del consumo de alubias en adultos con prediabetes, pero son una gran opción para todo el mundo --resalta Smith--. Estos hallazgos podrían utilizarse para informar a las directrices dietéticas, a los médicos o a los programas de salud pública centrados en la prevención de las enfermedades cardiacas y la diabetes".
Para aumentar la relevancia del estudio en la vida cotidiana, los investigadores realizaron el estudio con participantes en condiciones de vida libre. Los participantes fueron asignados aleatoriamente a comer 1 taza de alubias negras, garbanzos o arroz (control) durante 12 semanas. Se tomaron muestras de sangre al inicio, a las 6 semanas y a las 12 semanas para hacer un seguimiento del colesterol, la inflamación y el azúcar en sangre, y se realizaron pruebas de tolerancia a la glucosa al principio y al final del estudio, presentado en NUTRITION 2025, la principal reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición.
En el grupo que consumió garbanzos, el colesterol total disminuyó significativamente de una media de 200,4 miligramos por decilitro al inicio del estudio a 185,8 miligramos por decilitro después de 12 semanas. En el caso de los que comían alubias negras, el nivel medio de la citoquina proinflamatoria interleucina-6 -un marcador de inflamación- era de 2,57 picogramos por mililitro al inicio del estudio y disminuyó significativamente a 1,88 picogramos por mililitro después de 12 semanas. No se observaron cambios significativos en los marcadores del metabolismo de la glucosa.
Los investigadores afirman que sustituir con las legumbres --en conserva, secas o congeladas-- otros alimentos menos saludables es un buen punto de partida para aumentar su consumo. Sin embargo, hay que tener cuidado con los ingredientes adicionales, como la sal o el azúcar, según lo que se compre.
"Hay muchas formas de incorporar las legumbres a la dieta habitual como medio rentable de mejorar la salud general y reducir el riesgo de enfermedades crónicas --asegura Smith--. Se pueden licuar para añadir algo de espesor a la base de una sopa, añadirlas como aderezo de una ensalada o combinarlas con otros cereales como el arroz o la quinoa".
Para la siguiente fase de este proyecto, los investigadores planean examinar cómo influye el consumo de alubias negras y garbanzos en la salud intestinal para comprender mejor la conexión entre el microbioma intestinal y la salud metabólica.