MADRID 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar la enfermedad de Alzheimer (EA), y constituyen dos tercios de los pacientes. Un nuevo estudio ha comprobado que la edad temprana de la menopausia puede ser un factor de riesgo de demencia por EA, pero que las mujeres a las que se prescribió terapia hormonal (TH) alrededor de la edad de inicio de la menopausia no mostraron un mayor riesgo, según publican sus autores en la revista 'JAMA Neurology'.
"La TH es la forma más fiable de aliviar los síntomas graves de la menopausia, pero en las últimas décadas no se ha aclarado cómo afecta al cerebro --afirma la autora del estudio, la doctora Rachel Buckley, del Departamento de Neurología del Hospital General de Massachusetts (MGH), miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham (Estados Unidos).
"Descubrimos que los niveles más altos de tau, una proteína implicada en la enfermedad de Alzheimer, sólo se observaban en las usuarias de terapia hormonal que declararon un largo retraso entre la edad de inicio de la menopausia y el comienzo de la terapia hormonal --prosigue--. La idea de que el depósito de tau pueda subyacer a la asociación entre la intervención tardía de la terapia hormonal y la demencia de la enfermedad de Alzheimer fue un hallazgo enorme, algo que no se había visto antes".
La menopausia prematura, definida como aquella que se produce espontáneamente antes de los 40 años o debido a una intervención quirúrgica antes de los 45, se ha asociado a un mayor riesgo de demencia por EA.
La TH mejora muchos síntomas graves relacionados con la menopausia y se ha planteado la hipótesis de que también previene el deterioro cognitivo. Sin embargo, hace dos décadas, el estudio seminal Women's Health Initiative (WHI) descubrió que el uso de TH se asociaba con una incidencia de demencia casi dos veces mayor en comparación con un placebo entre las mujeres de 65 años o más, posiblemente debido al inicio de la TH muchos años después del inicio de la menopausia.
Para comprender mejor estos hallazgos, Buckley y sus colegas utilizaron neuroimágenes de tomografía por emisión de positrones (PET) para estudiar cómo la presencia de dos proteínas implicadas en la demencia de la EA, beta-amiloide y tau, se relacionaba con la edad en la menopausia y el uso de TH.
Aunque estudios anteriores examinaron los síntomas de deterioro cognitivo en mujeres menopáusicas, pocas investigaciones analizaron los factores biológicos subyacentes a estos cambios, que pueden estar en juego a la hora de determinar el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer.
"Cuando se trata de terapia hormonal, el momento oportuno lo es todo", dijo la coautora JoAnn Manson, una de las investigadoras principales del WHI y jefa de la División de Medicina Preventiva del Brigham and Women's Hospital, miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham.
"Nuestros hallazgos previos del WHI sugirieron que el inicio de la TH temprano en la menopausia, en lugar del inicio tardío, proporciona mejores resultados para la enfermedad cardíaca, la función cognitiva y la mortalidad por todas las causas - y este estudio sugiere que lo mismo es cierto para la deposición de tau", añade.
Los investigadores utilizaron datos del Wisconsin Registry for Alzheimer's Prevention (WRAP), uno de los pocos estudios longitudinales sobre la demencia de la EA que incluye información detallada sobre la menopausia y el uso de TH, así como neuroimagen PET.
Analizaron los escáneres PET de 292 adultos sin deterioro cognitivo para determinar los niveles de amiloide y tau en siete regiones del cerebro. Tau, que se sabe que está presente en mayores cantidades en las mujeres que en los hombres en estas regiones cerebrales, fue el objetivo principal de la investigación, ya que su presencia puede ofrecer una visión de los aspectos específicos del sexo en la demencia por EA y los riesgos que pueden experimentar las mujeres posmenopáusicas, incluso antes de que comiencen a mostrar síntomas de deterioro cognitivo.
Como era de esperar, las mujeres presentaban mayores niveles de tau que los hombres de la misma edad, especialmente en los casos en que también tenían beta-amiloide elevado. Pero los investigadores también descubrieron que la asociación entre los niveles anormales de beta-amiloide y tau era mucho mayor en las mujeres que tenían una menopausia más temprana, incluso después de ajustar por causas conocidas de menopausia prematura, como el tabaquismo y la ooforectomía, e incluso por factores genéticos de riesgo de demencia por EA.
En particular, los niveles de tau eran elevados en las regiones entorrinal y temporal inferior, que están situadas cerca del centro de la memoria del cerebro y se sabe que intervienen en la progresión de la demencia de la EA.
Dado que muchas mujeres que sufren menopausia prematura consumen TH, los investigadores examinaron si su uso estaba asociado con beta-amiloide y tau. Aunque confirmaron esta asociación, observaron que el inicio tardío de la TH --cinco años o más después de la menopausia-- impulsaba esta relación. Muchas mujeres del grupo de inicio tardío de la TH comenzaron a utilizarla casi una década después de la menopausia.
En el futuro, los investigadores seguirán estudiando los factores de riesgo específicos del sexo para la demencia de la EA mediante el análisis de firmas biológicas, incluidas las hormonas sexuales, en el plasma sanguíneo y en el cromosoma X.
También seguirán realizando esfuerzos para identificar los factores de riesgo específicos del sexo para la demencia de la EA y trabajan en comprender el papel único que desempeña la tau en las mujeres en comparación con los hombres, su impacto en el cerebro y por qué la menopausia temprana y el inicio tardío de la TH pueden estar asociados con un aumento de la tau, incluso en mujeres cognitivamente sin problemas.
"Hasta un 10 por ciento de las mujeres experimentan una menopausia prematura o temprana, y nuestros hallazgos sugieren que una edad más temprana en la menopausia puede ser un factor de riesgo para la demencia por EA --explica la primera autora Gillian Coughlan, del Departamento de Neurología del MGH--. La terapia hormonal puede tener efectos negativos sobre la cognición, pero sólo si se inicia varios años después de la edad de la menopausia".
Según destaca, "estos hallazgos observacionales apoyan las directrices clínicas que establecen que la terapia hormonal debe administrarse cerca del inicio de la menopausia, pero no varios años después".