MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio multicéntrico fase III con olaparib, un inhibidor de PARP, ha logrado por primera vez mantener libres de progresión durante tres años a más del 50 por ciento de pacientes con cáncer de ovario avanzado con mutaciones BRCA, lo que constituye unos resultados "sin precedentes".
Los hallazgos del ensayo 'SOLO-1', presentados en la sesión presidencial del Congreso ESMO 2018 y en los que ha participado la doctora Ana Oaknin, investigadora principal del Grupo de Neoplasias Ginecológicas del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), demuestran que olaparib ha logrado, además, reducir hasta un 70 por ciento el riesgo de progresión de la enfermedad
Los resultados se acaban de publicar en la revista 'New England Journal of Medicine', coincidiendo con su presentación en el Congreso ESMO, por su "enorme relevancia clínica y el gran impacto para las pacientes, ya que estos resultados, con alta probabilidad cambiarán la práctica clínica y el manejo de las pacientes con cáncer de ovario avanzado".
El cáncer de ovario se diagnostica en España a más de 3.200 mujeres cada año. A pesar de no ser el tumor más frecuente, es uno de los de peor pronóstico. Se trata de un tumor para el que no existen métodos de cribado poblacional y se diagnostica en el 80 por ciento de los casos en fases avanzadas. Hasta en un 20 por ciento de los casos, las pacientes diagnosticadas con un cáncer epitelial de ovario son portadoras de una mutación en los genes BRCA1/2.
En las pacientes a las que se les detecta un cáncer de ovario de alto grado, generalmente en estadio III o IV (la mayoría de los diagnósticos llegan en estas fases avanzadas de la enfermedad) se las trata mediante cirugía citoreductora, es decir, cirugía que tiene como finalidad eliminar la mayor cantidad de tumor posible y, posteriormente, reciben tratamiento de quimioterapia basada en carboplatino, paclitaxel y bevacizumab.
"Aunque la mayoría de las pacientes presentan una respuesta inicial al tratamiento, lamentablemente el 70-80 por cientode las pacientes presentarán una recaída de la enfermedad en los 3 años siguientes al diagnóstico", recoge el estudio. Atendiendo al alto riesgo de recurrencia que presentan estas pacientes, disponer de un tratamiento de mantenimiento capaz de reducir el riesgo de recaída en tal magnitud supone "un cambio de paradigma en el tratamiento y pronóstico de las pacientes con cáncer de ovario avanzado portadoras de mutaciones en los genes BRCA1/2", destaca la doctora.
"El hecho de poder ofrecer a nuestras pacientes con cáncer epitelial de ovario portadoras de una mutación en los genes BRCA1 o BRCA2 un tratamiento de mantenimiento con el inhibidor de PARP olaparib tras su tratamiento inicial con cirugía y quimioterapia, que pueda mantenerlas
libres de progresión durante más de 3 años, constituye un hito sin precedente. La recaída de la enfermedad es siempre devastadora para las pacientes, por lo tanto el hecho de poder evitarla o retrasarla hasta 3 años desde la finalización del tratamiento inicial es un gran paso hacia
adelante para nuestras pacientes", comenta.
El estudio, aleatorizado y doble ciego, ha comparado la administración oral de olaparib frente a placebo en 391 pacientes seguidas durante una media de 41 meses. Los resultados muestran una reducción de hasta el 70 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad en las pacientes que tomaban olaparib frente a las que estaban en el grupo placebo, y lo hacen de manera estadísticamente muy significativa.