MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Sur de Dinamarca han descubierto que las mujeres hipertensas que ocupan puestos de trabajo más exigentes tienen casi el triple de riesgo de desarrollar una cardiopatía isquémica que aquellas mujeres sanas que tienen un empleo moderadamente activo.
La doctorando Karen Allesoe, una de las autoras del estudio que publica la revista 'European Journal of Preventive Cardiology', reconoce que estudios previos ya han demostrado que hombres y mujeres que desempeñan trabajos físicos tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiaca.
"Queríamos investigar si las mujeres con hipertensión y trabajos físicamente exigentes tienen un riesgo especialmente alto de enfermedades coronarias", ha destacado este experta.
El trabajo incluyó a un total de 12.093 enfermeras de una cohorte de un estudio danés realizado en 1993 en este colectivo, ya que incluía datos sobre la hipertensión y la actividad física de las participantes obtenidos a partir de un cuestionario.
La actividad física en el trabajo se clasificó como sedentaria, moderada (principalmente por estar de pie o caminar, pero sin esfuerzos físicos) y elevada (por estar de pie o caminando e incluir algo de carga de peso).
Los datos de hipertensión y actividad física alta en el trabajo se compararon con los de aquellas profesionales con una presión arterial normal y una actividad moderada en el trabajo, lo que se consideró la combinación más sana de las incluidas en el estudio ya que tanto una elevada actividad física en el trabajo y como pasar mucho tiempo sentada aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Durante el periodo de seguimiento de 15 años, un total de 580 enfermeras desarrollaron enfermedad cardiaca isquémica, y casi el 12 por ciento presentaba hipertensión. Además, la actividad física en el trabajo fue considerada como alta en el 46,3 por ciento de las enfermeras, moderada en el 34,4 por ciento y sedentaria en el 19,3 por ciento de los casos.
Al cruzar los datos, los investigadores encontraron que las enfermeras hipertensas con alta actividad física en el trabajo tenían casi tres veces más riesgo de cardiopatía isquémica que las enfermeras con la presión normal de la sangre y la actividad física moderada en el trabajo.
TAMBIÉN CON PRESIÓN ARTERIAL NORMAL, AUNQUE NO ES RELEVANTE
Las enfermeras con presión arterial normal y la actividad física de alta en el trabajo tenían un pequeño aumento del riesgo de enfermedades del corazón (aproximadamente 20%), pero esto no fue estadísticamente significativo después de ajustar otros factores de riesgo cardiovascular como la diabetes y el tabaquismo.
Una posible explicación de esta asociación podría estar en la vía aterosclerótica que conduce a la enfermedad cardiaca, ya que los trabajos más exigentes provocan aumentos en la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Y un ritmo cardíaco más alto puede derivar en la formación de placas en las arterias y la aterosclerosis.
La hipertensión también causa la aterosclerosis. Además, el levantamiento y transporte de cargas pesadas puede causar un aumento agudo de la presión arterial que podría ser perjudicial en personas con hipertensión.
"Necesitamos más información sobre qué aspectos del trabajo físicamente exigente pueden resultar perjudiciales", han destacado los autores.