MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores del Boston Medical Center (BMC), en Estados Unidos, ha demostrado que tomar naltrexona, un fármaco consumido para el tratamiento del trastorno por el uso de opioides, durante el embarazo favorece la prevención del síndrome de abstinencia neonatal (NOWS) en los bebés, reduciendo el tiempo de la estancia hospitalaria.
Para el desarrollo del estudio, publicado en 'Clinical Therapeutics', el equipo ha evaluado diposeñales madre-infantil durante su embarazo y después del parto. De las participantes, seis tomaban naltrexona como tratamiento al trastorno por el uso de opioides y 12 buprenorfina, otro medicamento destinado al abordaje de esta alteración.
Ambos grupos fueron monitorizados y comparados en función del uso de opioides por parte de los participantes. Para ello se realizaron informes de toxicología urinaria y seis meses después del parto se analizaron los resultados del mismo, la edad gestacional, el peso al nacer y el riesgo de síndrome de abstinencia neonatal.
De este modo, los investigadores observaron que los bebés nacidos de mujeres que tomaban naltrexona no mostraban síntomas de abstinencia durante su hospitalización inicial, en comparación con el 92 por ciento de los bebés nacidos de mujeres sometidas al tratamiento de buprenorfina. Además, el 83 por ciento de las mujeres que tomaban el primer fármaco amamantaron sin problemas durante el período perinatal.
No obstante, han puesto de relieve que la buprenorfina se asocia con menores riesgos de parto prematuro, mayor peso al nacer, mayor circunferencia de la cabeza y abstinencia menos grave en comparación con la metadona.
El síndrome de abstinencia de opioides neonatales (NOWS) es una patología que afecta a aquellos bebés que están expuesto a opioides en el útero. En Estados Unidos el consumo de esta sustancias no recetadas ha conllevado que la tasa de prevalencia de NOWS se multiplique por cinco durante los últimos 10 años. Sus síntomas suelen aparecer entre 2 y 3 días después del nacimiento, y entre ellos se encuentran irritabilidad, dificultad para comer, diarrea o rigidez muscular.
Con estos hallazgos, Elisha Wachman, neonatóloga de BMC y autora del estudio, ha concluido reclamando la "necesidad de realizar un estudio multicéntrico más amplio que examine los resultados a largo plazo de la seguridad y eficacia maternoinfantil de la naltrexona durante el embarazo", lo que podría ayudar al desarrollo de otro enfoque seguro para el tratamiento del trastorno por uso de opioides.