Una tesis reafirma la importancia de la indicación de finalizar el embarazo para evitar repercusiones en neonatos

Imagen de la pediatra Elisabeth Gómez Santos
ÁREA DE SALUD II
Actualizado: miércoles, 25 octubre 2017 15:31

La tasa de prematuros tardíos en el Área de Salud de Cartagena es del 3,8%, lo que representa el 67,8% de la prematuridad

MURCIA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La tesis de la pediatra Elisabeth Gómez Santos incide en la importancia de seguir tomando conciencia de la indicación de finalización del embarazo basado en evidencias científicas para disminuir la morbimortalidad infantil y sus repercusiones posteriores.

Tras un estudio observacional y prospectivo en el que comparaba a los niños nacidos prematuros tardíos con aquellos nacidos a término en el Hospital Santa Lucía, ha constatado que la morbilidad neonatal es mayor en los primeros.

Los prematuros tardíos son los nacidos a una edad gestacional (EG) entre las semanas 34 y 36. Estos niños tienen tasas de morbilidad y mortalidad más altas que los recién nacidos a término, con una edad gestacional por encima de 37 semanas, por su relativa inmadurez fisiológica y metabólica, aunque a veces tengan el mismo peso que algunos niños a término.

La tasa de prematuros tardíos en el Área de Salud de Cartagena es del 3,8 por ciento, lo que representa el 67,8 por ciento de la prematuridad, algo inferior a la descrita en la literatura. Algunos factores que incrementan el riesgo de parto prematuro incluyen desde la edad, la raza, el peso y los hábitos poco saludables.

El nacimiento puede adelantarse si la embarazada padece hipertensión, cardiopatías o diabetes, si ha sufrido partos prematuros o abortos, infecciones vaginales y urinarias*que no son tratadas adecuadamente, o complicaciones durante el embarazo como son los sangrados o la preclampsia, entre otros, según explican fuentes del Área de Salud II de Cartagena.

En general, los prematuros tardíos tienen tasas más altas de hospitalización al nacimiento, de reingreso en el periodo neonatal y durante el primer año de vida y corren más riesgo de afectación en el neurodesarrollo a largo plazo.

La pediatra Elisabeth Gómez constata tras su estudios que los prematuros tardíos presentaron retraso en la adquisición del lenguaje propositivo comparada con los nacidos a término y recomienda el test de Denver-II como herramienta rápida y sencilla para detectar fallos en el desarrollo psicomotor y que serían de utilidad para los controles de Salud para estos niños.

Además, la pediatra concluye que los pretérmino tardíos presentan un desarrollo ponderoestatural semejante a los nacidos a término a partir del segundo semestre de vida "y, aunque si bien, presentan mayor contenido graso que los nacidos a término, la diferencia no es significativa".

Sí que les atribuye una ganancia de peso más rápida en el primer semestre de vida "lo que influye positivamente en el contenido de masa grasa al año de vida lo que llevaría a plantear que no es favorable una ganancia de peso rápida para estos niños durante ese periodo de tiempo".