MADRID 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las mujeres fumadoras tienen más posibilidades de sufrir efectos secundarios durante el tratamiento de radioterapia contra el cáncer de mama, según un estudio dirigido por la jefa asociada del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, la doctora Ana Díaz Gavela.
La investigación, publicada en la revista 'Radiation Oncology', ha demostrado que el tabaquismo exacerba "significativamente" la toxicidad crónica en este tipo de pacientes, incluso en técnicas avanzadas que reducen los efectos secundarios como la radioterapia de intensidad modulada hipofraccionada (IMRT, por sus siglas en inglés), por lo que se señala la importancia de implementar programas para dejar de fumar como parte del tratamiento oncológico.
Tras analizar a 566 pacientes tratadas con radioterapia hipofraccionada y técnicas contemporáneas de irradiación como la IMRT, la doctora Díaz Gavela ha explicado que, si bien ambos grupos de mujeres han presentado un perfil de tolerancia aguda similar, aquellas fumadoras han experimentado una mayor toxicidad crónica, con un riesgo "más elevado" de sufrir dolor mamario a largo plazo, así como fibrosis o adherencia de tejidos.
"La fibrosis y el dolor son efectos secundarios que afectan de forma importante a la calidad de vida de las pacientes tratadas. Y lo que hemos observado es que, pese a que el beneficio en tolerancia que proporciona la radioterapia moderna es innegable, esta mejora tecnológica no llega a compensar el daño producido por el tabaco sobre los tejidos sanos", ha añadido.
Es por ello por lo que ha insistido en la importancia de dejar de fumar, si bien cree que es "más interesante" no llegar a iniciarse en un hábito que "no solo impacta negativamente" en la toxicidad del tratamiento oncológico a largo plazo y en la recuperación de las pacientes, sino que hace que las enfermas que siguen fumando tengan un mayor riesgo de desarrollar segundos tumores, tanto de mama como de pulmón o de cabeza y cuello.
Por otro lado, ha subrayado que las nuevas técnicas de irradiación, como las mencionadas IMRT o los tratamientos hipofraccionados, permiten abordar la enfermedad en "muchas menos sesiones" que en el pasado, y obteniendo los mismos resultados oncológicos con menos efectos secundarios locales sobre la piel.
"Antiguamente sometíamos a las pacientes con cáncer de mama a tratamientos de 25 sesiones donde les radiábamos con 50 Grays (unidad de medida de la dosis absorbida de radiación ionizante). En la actualidad, con los tratamientos hipofracionados conseguimos, incluso, ofrecer 26 Grays en tan sólo cinco sesiones de radioterapia con los mismos resultados. Esto es un avance fundamental que mejora la calidad de vida de las enfermas", ha concluido la investigadora.