Unas 25.000 mujeres están en edad de trabajar, según un estudio
BARCELONA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un estudio encargado por la Federació Catalana d'Entitats Contra el Càncer (Fecec), que ha entrevistado a cerca de 70 mujeres catalanas que han sobrevivido al cáncer de mama, alerta de las dificultades que atraviesan a la hora de reincorporarse al mercado laboral una vez ha concluido el tratamiento.
En declaraciones a Europa Press, Oriol Ramis, principal autor del trabajo, ha apuntado a los obstáculos de las pequeñas empresas para reubicar a las afectadas con secuelas, que pueden acabar en despido; a la falta de flexibilidad para incorporarse de forma progresiva, y a la "intromisión" que supone la decisión del Institut Català d'Avaluacions Mèdiques (Icam) de conceder la invalidez o dar el alta.
El trabajo 'Estudio para la mejora de la integración y la reincorporación laboral de las mujeres que han sufrido cáncer de mama' ha sido impulsado después de que las entidades hayan detectado un aumento de supervivientes en edad laboral atendidas debido a la situación de "desamparo" que viven tras curarse.
"Durante el tratamiento hay una situación de dependencia del sistema sanitario muy intensa, donde todo está muy pautado --visitas, pruebas quimioterapia--, pero cuando terminas entras en una fase de decir: Y, ahora, ¿qué hago?", ha expuesto el investigador al señalar la falta de alternativas y orientación.
56.744 SUPERVIVIENTES EN CATALUNYA
Ha cifrado en 56.744 las mujeres que han superado esta enfermedad después de seis meses del diagnóstico, según datos de 2014, un 45% de las cuales --25.797-- son menores de 64 años y, de éstas, 6.551 afectadas --un 11%-- tienen menos de 50 años, por lo que "les queda una vida laboral activa", ha indicado Ramis.
El estudio ha localizado varios patrones para afrontar el regreso al trabajo: hay una parte que quiere jubilarse; otro grupo que se reincorpora como si no hubiera pasado nada; personas que viven la vuelta al trabajo con angustia, y quien ve las secuelas como una oportunidad para buscar un empleo adaptado a su situación.
Según Ramis, la operación puede dejar como secuela dolor e hinchazón en el brazo --linfedema-- que dificulta el trabajo con las manos, y algunos tratamientos pueden causar problemas de sensibilidad en manos y pies, además de la pérdida de capacidad de concentración, que afecta al 80% de las mujeres, de las que un 20% no se recupera.
RECOMENDACIONES A BANCOS Y EMPRESAS
La Fecec ha lanzado algunas recomendaciones para mejorar la situación de este colectivo, como una legislación que favorezca su incorporación al trabajo de forma progresiva, y aumentar la información a las empresas, especialmente a las pequeñas porque "tienen muy poca capacidad de entender el proceso y planificarlo", y a las entidades bancarias.
"Por haber sido diagnosticadas se las excluye de las pólizas de crédito y deben cerrar el negocio cuando justamente podían volver a trabajar", ha explicado Ramis al referirse a las mujeres que regentan negocios.