MADRID 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una nueva investigación sugiere que el umbral de diagnóstico de la diabetes tipo 2 (T2D) debería reducirse en las mujeres menores de 50 años, ya que la pérdida natural de sangre a través de la menstruación podría estar afectando a su gestión de la glucemia, según publican sus autores en la revista 'Diabetes Therapy'.
El análisis de los resultados de la auditoría nacional de diabetes ha puesto de manifiesto que las mujeres de menor edad con diabetes mellitus tipo 2 (DMT2) parecen tener una tasa de mortalidad más elevada que los hombres. Los mecanismos subyacentes siguen sin estar claros. Sin embargo, se sabe que, por término medio, a las mujeres se les diagnostica la DMT2 a una edad más tardía que a los hombres. En este nuevo estudio, el doctor Adrian Heald, del Salford Royal Hospital (Reino Unido), y sus colegas investigaron si un factor que contribuye a este diagnóstico tardío puede ser una diferencia de sexo en los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c, una medida estándar del control de la glucemia) debida a la sustitución de hemoglobina vinculada a la pérdida de sangre menstrual.
Este mecanismo podría deberse a una menor supervivencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), lo que se traduce en una menor exposición de la hemoglobina a la glucosa en comparación con las personas que no menstrúan. Dado que el diagnóstico de la T2D también se basa en la HbA1c, el uso del mismo intervalo de referencia con independencia de la edad y el sexo, cuando podría ser adecuado un punto ligeramente inferior para la T2D en mujeres premenopáusicas, podría conducir a un infradiagnóstico de la T2D en mujeres y a la pérdida de oportunidades de intervención.
Los autores examinaron las pruebas de HbA1c en siete laboratorios del Reino Unido (que representan el 5% de la población británica). Realizaron un análisis exploratorio en dos cohortes: la cohorte 1 fue de un laboratorio probado entre 2012 y 2019 (146,907 participantes). Evaluaron las diferencias de sexo y edad de la HbA1c en individuos que se sometieron a una sola prueba, que no habían sido diagnosticados de diabetes y tenían un resultado de HbA1c igual o inferior a 48 mmol/mol (el punto de corte para diagnosticar diabetes).
El proceso se replicó en los resultados de la cohorte 2 de seis laboratorios con individuos analizados entre 2019 y 2021 (total de personas incluidas 938.678). El posible impacto nacional se estimó extrapolando los hallazgos basados en los datos de población de Inglaterra de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) y la prevalencia de T2D publicada por la Auditoría Nacional de Diabetes y el exceso de mortalidad relacionado.
A los 50 años, los niveles medios de HbA1c en las mujeres se retrasan aproximadamente 5 años en comparación con los hombres. Los datos también muestran que las mujeres menores de 50 años tenían una distribución de HbA1c inferior a la de los hombres en una media de 1,6 mmol/mol (4,7% de la media general), mientras que la diferencia en la distribución de HbA1c para los individuos de 50 años o más era menos pronunciada. Otros análisis mostraron que, con una HbA1c de 48 mmol/mol, se podía diagnosticar una T2D a un 50% menos de mujeres que de hombres menores de 50 años, mientras que sólo se podía diagnosticar una T2D a un 20% menos de mujeres que de hombres mayores o iguales a 50 años. Estos resultados coinciden con los de la cohorte 2.
Basándose en estas observaciones, los autores estimaron los efectos de reducir el umbral para el diagnóstico de diabetes de la HbA1c (48 mmol/mol) en un 4,2% a 46 mmol/mol para las mujeres menores de 50 años. Este análisis mostró que otras 35.345 mujeres actualmente no diagnosticadas en Inglaterra serían reclasificadas como diagnosticadas de T2D (un 17% más que las 208.000 mujeres menores de 50 años con T2D registradas actualmente). En estas mujeres se iniciarían cambios en el estilo de vida y el tratamiento de la diabetes, lo que permitiría mejorar los resultados sanitarios a corto y largo plazo.
Los autores también destacan que se sabe que las diferencias de sexo y género en los factores de riesgo cardiovascular adversos están presentes antes del desarrollo de la T2D. Una vez diagnosticada, la prevalencia de la enfermedad cardiovascular aterosclerótica es el doble en los pacientes con diabetes mellitus que en los que no la padecen. En las mujeres, la diabetes mellitus es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular más importante que en los hombres: las mujeres diabéticas de entre 35 y 59 años presentan el mayor riesgo relativo de muerte cardiovascular de todos los grupos de edad y sexo.
Además, hay disparidad en el tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular entre hombres y mujeres, incluso en grupos de alto riesgo como las mujeres con T2D. Las mujeres tienen menos probabilidades que los hombres de recibir el tratamiento y las intervenciones de reducción del riesgo cardiovascular que recomiendan las directrices internacionales sobre diabetes.
Asimismo, la concordancia con la medicación o prescripción que trata los factores de riesgo cardiovascular es menor en las mujeres que en los hombres con T2D, con un menor uso de estatinas, 'Aspirina' y betabloqueantes. Los autores afirman que, en conjunto, estos factores significan que "el diagnóstico a tiempo de la diabetes tipo 2 y el inicio de un tratamiento preventivo tienen el potencial de mejorar el perfil de riesgo cardiovascular a lo largo de la vida y facilitar una mayor calidad y esperanza de vida en las mujeres.