MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
Solo la mitad de las mujeres embarazadas de todo el mundo que necesitan un tratamiento desarrollado hace más de 50 años para prevenir la enfermedad del Rh, una patología a menudo mortal en fetos y recién nacidos que ahora es extremadamente rara en Estados Unidos y Europa Occidenta, en realidad lo reciben, según un estudio dirigido por investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).
"Estos hallazgos son trágicamente sorprendentes y decepcionantes. Esta es una crisis global en la que cientos de miles de fetos y recién nacidos están en riesgo de complicaciones y muerte debido a la enfermedad Rh por la falta de conocimiento, acceso y disponibilidad de medidas efectivas para prevenir esta enfermedad", explica Steven L. Spitalnik, líder del estudio, que se ha publicado en la revista 'Plos One'.
Un estudio anterior con características similares estimó que las complicaciones de la enfermedad pueden estar relacionadas con la muerte de al menos 50.000 fetos y 114.000 recién nacidos en todo el mundo anualmente.
Aproximadamente el 15 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos y el 17 por ciento en Europa carecen de una proteína en sus glóbulos rojos llamada el factor Rh. Sin embargo, la prevalencia estimada de mujeres con el llamado tipo de sangre Rh negativo varía ampliamente entre los diferentes grupos étnicos de todo el mundo.
Cuando esas mujeres quedan embarazadas, los glóbulos rojos de un feto Rh positivo pueden entrar en la circulación de la madre durante el embarazo o el parto. Esta incompatibilidad hace que el sistema inmunológico de la madre produzca anticuerpos y se "sensibilice" a los glóbulos rojos del feto. Durante los siguientes embarazos, el sistema inmunológico sensibilizado de la madre tiene más probabilidades de lanzar un ataque contra el feto, lo que conduce a la enfermedad Rh. Más de la mitad de los fetos o recién nacidos con enfermedad Rh mueren; los que padecen una enfermedad grave y sobreviven pueden tener un daño cerebral significativo.
En la década de 1960, médicos de esta misma institución desarrollaron una terapia de inmunoprofilaxis, la inmunoglobulina Rh(D), que evita que la madre se sensibilice a las células sanguíneas de su hijo. Desde entonces, la enfermedad del Rh casi nunca se produce en Estados Unidos y otros países de altos ingresos.
"Este tratamiento es el estándar de atención para la prevención de la enfermedad Rh, pero reconocemos que sigue habiendo importantes obstáculos para ampliar el acceso a esta terapia que salva vidas en todo el mundo", apunta Spitalnik, que ha estado trabajando con un equipo internacional de médicos para aumentar el acceso a la terapia con inmunoglobulina Rh(D) en todo el mundo.
ES POCO RECONOCIDA Y POCO TRATADA EN LOS PAÍSES MÁS POBRES
No se conoce bien la carga de la enfermedad Rh en los países de bajos ingresos; las estimaciones más recientes se basan en las tasas notificadas de complicaciones neonatales asociadas a la incompatibilidad Rh.
Para este estudio, los investigadores midieron la brecha entre las mujeres que se presume necesitan la inmunoprofilaxis Rh y las que realmente la reciben. En primer lugar, estimaron el número anual de embarazos en todo el mundo de una madre Rh negativa y un feto Rh positivo, sobre la base de los nacimientos anuales notificados y las estimaciones más recientes de la prevalencia del tipo de sangre Rh negativo en cada región. A continuación, calcularon el número de dosis de inmunoglobulina Rh(D) necesarias para tratar a esas mujeres y lo compararon con el número real de dosis administradas a nivel mundial.
El estudio determinó que la diferencia anual en todo el mundo era de más de 2,5 millones de dosis por debajo del umbral mínimo recomendado para prevenir la enfermedad Rh. En particular, en 100 países, menos del 80 por ciento de las mujeres embarazadas que necesitaban la terapia recibieron una dosis después del parto.
Las mayores deficiencias se dan en el Asia meridional y el África subsahariana: Ambas regiones tienen una alta incidencia de muertes neonatales debido a complicaciones de la enfermedad Rh, pero prácticamente no se dispensó inmunoglobulina Rh(D). Los investigadores descubrieron que ninguna de las regiones estudiadas tenía niveles aceptables de cumplimiento de las directrices recomendadas para prevenir la enfermedad Rh.
"Una variedad de factores, incluyendo la falta de conocimiento de la incompatibilidad Rh, la limitada disponibilidad de la terapia y otras prioridades de atención médica, juegan un papel importante en la obstaculización del acceso a esta terapia que salva vidas en todo el mundo. Ahora que tenemos una mejor comprensión de estas lagunas en el tratamiento, podemos empezar a abordarlas a nivel regional", señala Spitalnik.