MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La amenaza de parto pretérmino puede producirse por diferentes factores entre los que se encuentran las infecciones como apendicitis o pielonefritis, aunque, según asegura la ginecóloga especialista de la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional, la doctora Isabel Rodríguez-Piñero Cebrián, "cuando una paciente es diagnosticada de una amenaza de parto pretérmino, el riesgo real de un parto prematuro es bajo, aproximadamente del 10 por ciento".
"La sobredistensión uterina, más común en embarazos múltiples y en casos de polihidramnios, donde hay una acumulación excesiva de líquido amniótico. Infecciones sistémicas, como apendicitis o pielonefritis, que aumentan el riesgo de amenaza de parto pretérmino. Y, por último, las infecciones dentro del útero pueden desencadenar el riesgo de parto pretérmino", explica la especialista de la Unidad de la Mujer.
La doctora Isabel Rodríguez-Piñero describe, además, otros factores como los antecedentes de amenaza de parto pretérmino antes de la semana 34, la longitud cervical corta en la ecografía del segundo trimestre, antecedentes de conización cervical, cirugía que se realiza en mujeres con una lesión en el cuello del útero, y las malformaciones uterinas, entre otros.
"Ante el diagnóstico de amenaza de parto pretérmino, se requiere el ingreso hospitalario de la paciente. Se administran corticoides para acelerar la maduración pulmonar del feto y tocolíticos, fármacos usados para reducir las contracciones uterinas, dando tiempo así a que los corticoides actúen efectivamente", concluye la doctora Isabel Rodríguez-Piñero.